¿Pueden afectar las temperaturas bajo 0ºC a mi coche eléctrico?
El frío juega un papel más importante en las estaciones de carga rápida, pues lo ideal es que la batería esté a cierta temperatura para cargarse eficazmente
Estamos adentrados en una ola de frío intenso que nos está dejando temperaturas bajo cero y que está dificultando las labores para limpiar la nieve, convertida ya en hielo, de nuestras calles y carreteras, donde muchos coches quedaron y aún continúan atrapados . En el momento en que podamos volver a moverlos, una correcta climatización y seguir una serie de consejos de seguridad son importantes para que los vehículos no se averíen y poder emprender una marcha con más garantías , tras días completamente inmovilizados sometidos a tan bajas temperaturas. Y más si tu coche es electrificado .
Si el vehículo ha estado expuesto a bajas temperaturas, es probable que su cerradura se encuentre congelada. Para ello, expertos de Alphabet , compañía de renting, gestión de flotas y movilidad corporativa, aconsejan calentar con alcohol la llave del coche, así como la cerradura del mismo.
La batería es el elemento más sensible a las bajas temperaturas, por lo que en el caso de que se disponga de un vehículo eléctrico o híbrido enchufable, se recuerda que los coches modernos con esta tecnología se pueden cargar sin problemas ni retrasos , con un punto de recarga doméstico o de una estación de recarga pública con temperaturas incluso bajo 0ºC. El frío juega un papel más importante en las estaciones de carga rápida, pues lo ideal es que la batería esté a cierta temperatura para cargarse eficazmente . De esta forma, para garantizar un aporte energético óptimo, la compañía recomienda cargar el coche tras haberlo conducido.
Asimismo, de entrada, el aceite que lubrica la transmisión se espesa con la bajada del termómetro, lo que incrementa la fricción interna y provoca un descenso en la autonomía de sus baterías. Pero es que además la última se ve trastocada (salvo en modelos contados), por el uso recurrente de la calefacción, que lógicamente implica un elevado consumo eléctrico (también lo hace en verano el equipo de aire acondicionado). Al final, es habitual que durante los meses más gélidos perdamos hasta un 25% de kilometraje entre repostajes.
Y eso que, en parte, se puede compensar precalentando el vehículo mientras se encuentra reponiéndose enchufado a la red eléctrica, pues la mayoría de estos vehículos permiten activar estas funciones (carga y precalentamiento, a modo de temporizador) desde app específicas instaladas en el smartphone.
Como 'guinda', la carga de las baterías también es menor: las temperaturas bajas afectan a la rapidez con la que fluye la energía, o lo que es igual, a la cantidad de ésta que se puede proporcionar para la aceleración y la rapidez con que recarga. Una batería fría también limita la función de frenada regenerativa, que la recarga de forma parcial en circulación.
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