Piénsatelo dos veces antes de ser agresivo al volante: 500 euros, seis puntos del carné y hasta cárcel
Acciones como insultar a otros conductores, verte inmerso en una pelea, o chocar contra otro vehículo y darse a la fuga, están recogidas como infracciones a la Seguridad Vial o como faltas leves o graves en el Código Penal
La mayoría de las personas que se ponen al volante se definen a si mismas como «buenas conductoras» . La calidad de conducción mejora tras años de experiencia, pero el paso del tiempo también provoca la adquisición de malas costumbres y, entre ellas, está la «agresividad en la conducción», que se define como «cualquiera de las formas en que de manera directa o indirecta tanto peatones como conductores provocan, perjudican o causan cualquier tipo de daño al resto de personas que circulan al mismo tiempo por donde fluye el tráfico», tal y como indican desde Legalcar .
Por lo tanto, ¿somos agresivos durante la conducción? Los factores sociales determinan en gran medida esta agresividad. Las prisas, los ambientes ruidosos, multitud de personas en un reducido espacio y el estrés que nos acompaña a diario. Todas estas son situaciones que incrementan nuestra agresividad , y más al volante.
Asimismo, son muchos los elementos que influyen en las reacciones violentas al volante, y muchos de ellos tienen que ver con los estereotipos, que se vinculan con mucha parsimonia a los momentos de la conducción. Por ejemplo, se reacciona con mucha agresividad por razón de sexo contra las mujeres, contra los conductores noveles y contra los conductores más mayores; e incluso se reacciona violentamente contra personas de otra raza o vestimentas diferentes a la nuestra. Si unimos éstos y otros factores como la prisa, el estrés o el consumo de sustancias , se incrementa en mayor medida si cabe la agresividad vial.
La conducción también puede crear situaciones extremas que acaben en decisiones agresivas. Un coche que cierra el paso, uno que no se mueve inmediatamente cuando se pone en el semáforo en verde u otro que no guarda la distancia de seguridad por detrás, pueden ser suficientes para provocar agresividad en una gran parte de los conductores.
Concretamente, el acto de insultar a otros conductores o hacer un corte de mangas, está encuadrada como una infracción a la Seguridad Vial -interpretando ampliamente la Ley-. Así lo indican Carmen Olivas y Macarena Cantalapiedra , abogadas del departamento Jurídico de Pyramid Consulting, quienes además detallan que, tal y como según establece el artículo 18 del Reglamento General de circulación, «el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción…».
De esta manera, desde Pyramid Consulting entienden que dicha persona «dejaría de prestar la debida atención a la conducción; este tipo de infracciones se consideran leves, sancionadas con multas de hasta 80 euros. Los insultos leves son faltas castigadas en el código penal con multa de 10 a 20 días teniendo en cuenta las circunstancias personales y económicas del denunciado, pudiendo el impago llevar aparejado el cumplimiento de prisión».
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