Neumáticos, frenos y suspensión, claves a vigilar en un camión
Nueve de cada diez fallecidos en accidente de camión son en vía interurbana, según la DGT, que en 2019 cifró en 236 las pérdidas humanas entre ocupantes y terceros implicados
Nueve de cada diez fallecidos en accidente de camión son en vía interurbana, según la Dirección General de Tráfico (DGT), que en 2019 cifró en 236 las pérdidas humanas entre ocupantes y terceros implicados. Y, en una parte de los siniestros, las incidencias mecánicas estuvieron detrás. Por ello, y con motivo del Día Mundial de la Seguridad Vial, que se celebra hoy jueves 10 de junio, el piloto y triple campeón de Europa de Carreras de Camiones, Antonio Albacete , subraya que el correcto mantenimiento de neumáticos, frenos y suspensión son las claves para una conducción segura .
De hecho, solo en lo que respecta a los neumáticos, a través de un mantenimiento predictivo se pueden reducir en un 70% las paradas inesperadas y las asistencias en carretera ocasionadas por un problema en las cubiertas, según Euromaster , socio de movilidad de los profesionales del transporte. Además, el transportista debe adquirir ciertas pautas de mantenimiento y apoyarse en el especialista para no limitarse a verificar lo que marque el fabricante, sino también estar atento a fallos que aparezcan de manera improvisada.
De este modo, aunque el mantenimiento en taller suponga un coste, nunca será tan elevado como el de tener una avería y el camión inmovilizado , pues anticipar ayudará a los transportistas a ahorrar un 40% en reparaciones innecesarias por el mal estado del vehículo y, en última instancia, a tener un accidente. En este sentido, desde su larga experiencia al volante, Albacete recomienda escuchar al camión, a sus neumáticos, frenos o motor para, ante cualquier percepción poco habitual, parar a tiempo, pues pueden ser síntomas que acaben con el camión accidentado.
Asimismo, el estado del camión no depende solo de los kilómetros que circule, sino también de la forma de conducir de quien esté al volante. Una conducción brusca al arrancar, frenar o cambiar de marcha provoca mayor desgaste en las piezas mecánicas del vehículo. Además, la falta de tacto, a veces a consecuencia de las prisas, provoca una circulación más nerviosa, aumentando exponencialmente el riesgo de accidente, sobre todo por provocar un desplazamiento en la carga que haga volcar el vehículo.
También es precisa la anticipación , evitando la llamada conducción automática por muy conocidas que sean las rutas de transporte, ya que «la carretera es un ser vivo, las condiciones cambian y el exceso de confianza se traduce en menos atención y en menor capacidad de reacción en situaciones de frenadas anticipadas o cambio de carril, por citar dos situaciones de riesgo», según Albacete.
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