Aumenta el número de conductores con edad avanzada
Las personas mayores son más frágiles y, en caso de accidente, a la misma velocidad, sufren más lesiones o más graves y se produce un mayor número de fallecimientos
Madrid Actualizado: GuardarLa población española y europea envejece. Y lo mismo sucede en cuanto al número de personas que día a día se ponen detrás de un volante. La DGT ha comparado en un estudio las pirámides de población y de censo de conductores –separadas por tramos de edad y sexo– de los años 2008 y 2014. Y de esa comparación salen algunas conclusiones sobre el acceso a los permisos de varones y mujeres, de hace unos años a ahora, e, incluso, de cómo serán los conductores en España en un futuro más o menos cercano.
La primera conclusión que puede sacarse de esta ‘pirámide’ de población y del censo de conductores ya no tiene esa forma típica con una base muy amplia –había muchos nacimientos– y terminaban en una punta bastante más pequeña –con los años, las personas iban falleciendo–.
Ahora el número de nacimientos ha disminuido y se ha alargado la vida de los mayores. Por tanto, la población, en general, y los conductores, en particular, han envejecido. Y mucho.
Esta conclusión, aparte de repercusiones obvias de cara a las pensiones, Sanidad, consumo, etc., implica que cada vez nos encontramos con un mayor número de conductores con mayor edad y, en consecuencia, con más limitaciones y enfermedades crónicas que afectan o limitan su capacidad de conducir. Una población a la que hay controlar su aptitud para conducir, las enfermedades que la limiten o anulen o, incluso, los medicamentos que tomen para tratarlas y las interferencias que entre ellos se pudieran producir.
No obstante, los mayores auto-regulan mucho su conducción –aunque no tanto como sería deseable: son conscientes de sus limitaciones, no asumen más riesgos de los que pueden por su capacidad, ni realizan tantos kilómetros, ni a horas conflictivas, por lo que el mayor riesgo que pudieran tener por una peor condición física queda minimizado por esa auto-regulación
+ mayores, + frágiles, + lesiones, + graves...
Las personas mayores son más frágiles y, en caso de accidente, a la misma velocidad, los mayores sufren más lesiones o más graves y se produce un mayor número de fallecimientos. De hecho, en 2014, el índice de letalidad (tasa de muertes entre las víctimas de accidente) para un varón de 45-54 años era de 2.0, mientras que de 75-84 años era de 6.4. Igualmente, la mujer dobla su tasa de letalidad en el grupo de 65-74 años frente al de 45-54 años.
También las lesiones son más graves. Por ejemplo, en España en 2014 el porcentaje de lesiones graves (MAIS 3+) pasa del 32% entre los 45-54 años al 44% entre los 75 y 84 años.
Este dato de la mayor fragilidad no solo afectarán a las estadísticas de siniestralidad de los próximos años, sino que debe hacer reflexionar y prepararnos socialmente, ya que afectará a cuestiones como la Sanidad y los seguros.
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