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InviernoSiete mitos sobre los peligros de la conducción en invierno
Es vital acabar con leyendas como las que aseguran que de noche se producen menos accidentes porque el tráfico disminuye o que no se puede utilizar el freno sobre carreteras heladas
Madrid Actualizado: GuardarAcabar con mitos peligrosos que afectan a la conducción en estas fechas, cuando carreteras y climatología se tornan hostiles, es imprescindible para incrementar la seguridad vial:
- Mito 1: “Cuando conduces con nieve o hielo, usa las marchas en vez del freno”. Los sistemas de frenado se pueden utilizar con suavidad. Hay que mantener el coche en línea recta cuando se cambie la velocidad y frenar con cuidado, tan suavemente como sea posible.
- Mito 2: “Gira el volante en la dirección que derrapas”. Lo correcto es girar el volante en la dirección hacia la que quieras ir, para intentar mantener siempre el control del vehículo.
- Mito 3: “Las luces de antiniebla solo si hay niebla”. Como señalan desde BP y Castrol, también se pueden conectar en condiciones de visibilidad reducida.
Pero si se hace un uso incorrecto, el resto de conductores que nos sigan pueden confundirlas con las luces de freno.
- Mito 4: “Para iniciar la marcha de un vehículo parado, sobre todo en pendiente, es necesario acelerar mucho”. Las aceleraciones bruscas compactan la nieve y el hielo por debajo de los neumáticos, lo que pule la superficie y dificulta el arranque. Usa una marcha corta para arrancar y si las ruedas patinan, monta cadenas.
- Mito 5: “La probabilidad de que se produzca un accidente de noche es menor porque hay menos tráfico”. Una afirmación que se aleja de la realidad: casi el 30% de los accidentes con muerte o lesión grave ocurren entre las 19:00 y las 7:00 horas.
- Mito 6: “Si no hay nieve en la zona por la que pasa el limpiaparabrisas, no hay peligro”. No: para mantener la seguridad es necesario que no haya nieve en ninguna de las ventanillas, ni sobre el techo o el capó. De lo contrario, puede deslizarse y dificultar e incluso anular la visión.
- Mito 7: “Las nuevas tecnologías del vehículo alertan o corrigen ante errores de conducción”. Ojo, ayudan a la seguridad, pero no sustituyen al conductor. Hay que mantener la atención en todo momento, pues tecnologías como el control de estabilidad o el antibloqueo de frenos pueden ser ineficaces en ciertas circunstancias.