Estos futbolistas prefieren viejos cacharros a lujosos coches deportivos
Lo habitual es ver a los astros del balompié al volante de automóviles tan llamativos como ellos mismos, pero no siempre sucede así
Madrid Actualizado: GuardarNo siempre triunfa el binomio jugador de fútbol-coche de lujo. Ni mucho menos. Algunos ejemplos, como los que acercamos a estas líneas, demuestran que existen profesionales de élite en esta disciplina deportiva que pasan "olímpicamente" de los automóviles.
Y así, mientras los hay que lucen palmito a bordo de modelos de excepción, como Ronaldo conduciendo un Bugatti Veyron descapotable, y buena parte de las plantillas de Real Madrid y Barcelona se desplazan en los Audi que patrocinan sus respectivos equipos, otros, incluso muy conocidos, hacen lo propio al volante de coches al alcance de la mayoría e, incluso, de vehículos súper funcionales.
Y eso por no hablar de profesionales que optan por chatarras impresentables, que a la hora de la verdad llaman tanto o más la atención que los primeros, o bien porque son su coche o quizá su capricho de toda la vida, como recoge bessocer.com
Un ejemplo de manual es el indescifrable 3 ruedas de David James (bajo estas líneas), un aparentemente modificado Reliant Regal Robin con frontal de Ford Fiesta de segunda generación. Tremendo.
El polémico ex culé Oleguer Presas es igualmente famoso por sus desplazamientos a todas partes a bordo de la furgoneta en versión campervan Volkswagen California, diseñada para llegar al borde del mar en plan tienda de campaña rodante.
Tan o más curioso es el Ford Sport Ka del británico Wayne Rooney, un pequeño y veterano modelo de gran respuesta con sus 95 CV gracias a la ligereza del conjunto. Desde luego, el de Rooney (debajo) lleva el volante a la derecha...
Por su parte, es fácil ver a Jesús Navas conduciendo un Nissan Micra (arriba del todo, en blanco), un coche que se puede adquirir en España por menos de 10.000 euros, según promociones.
En una escala superior, Sergio Romero se desplaza con un enérgico Abarth 500 (debajo), mientras que el tan de moda Drogba (sobre estas líneas) hace lo propio conduciendo un potente MINI Cooper S de segunda generación.
Algunos optan por tamaños minúsculos, como pasa con Benoit Assou-Ekotto, que conduce un ya veterano smart biplaza de primera generación.
Otros, sin embargo, prefieren un término medio de mayor capacidad. Es el caso de Daniel Sturridge, que se mueve con un Hyundai Santa Fe (debajo), el todocamino más grande de la firma coreana.
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