La fábrica que fue cuna del diésel español se «enchufa» al eléctrico
La planta de PSA en Villaverde empieza a ensamblar en exclusiva mundial el C4 en versión eléctrica, diésel y gasolina
Desde que abrió sus puertas en 1952, como fábrica de motores diésel Barreiros, el Centro de Madrid del Grupo PSA ha sido un gran impulsor de la innovación industrial y tecnológica en España. La planta se ha actualizado para que la marca Citroën vuelva con fuerza al mercado de las berlinas con el nuevo C4 y ëC4, la versión totalmente eléctrica, que se fabricará en Villaverde en exclusiva mundial, en una sola planta compacta y moderna de 80.000 metros cuadrados, a la cual ha podido tener acceso ABC para descubrir como se crea un modelo que, independientemente de si el cliente lo elige térmico o eléctrico, utilizan la misma plataforma y siguen la misma línea .
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Para su adaptación se han invertido 144 millones de euros durante los 3 últimos años, con el reto de tener un mix de 10% eléctrico, 70% gasolina y 20% diésel. Esto supone una capacidad productiva de 30 vehículos por hora y una carga de trabajo asegurada para los próximos 5 años en una factoría en la que se exporta un 87,6% de la producción. Pero lo más significativo es que la berlina de la marca de los «chevrones» utiliza la plataforma modular multi-energía CMP –la mima que el Opel Corsa, que se fabrica en Zaragoza, y el Peugeot 2008, que se fabrica en Vigo–, que integra chasis, motor, batería, transmisión y suspensión. Esta plataforma permite fabricar en una misma línea modelos de combustión (gasolina y diésel) y también eléctricos, agilizando la producción y optimizando costes .
En concreto, en la línea de montaje unas bandas magnéticas transportan la carrocería para ir acoplando todos los detalles exteriores e interiores, permitiendo realizar cambios en la linea en tan solo unas horas, variando simplemente el recorrido de dichas bandas. Posteriormente, la plataforma que alberga todo el bajo del coche y motor, sobre la que se van instalando los diferentes componentes tanto si se trata de un motor térmico o eléctrico, se acopla por debajo a la carrocería.
El único turno de trabajo de la factoría –956 personas–, ue podría aumentar hasta tres si la demanda lo solicita, consigue que, desde que la carrocería se ensambla hasta que sale de la zona de acabado, se cree un coche cada dos minutos. Pero además del personal que a mano instala componentes, en esta fábrica 339 robots se encargan de montar el nuevo C4, de modo que se ha logrado una automatización del 100% en el área de chapa, donde se aplican 3.798 puntos de soldadura de la carrocería.
Por último, cada uno de estos vehículos se somete a controles específicos de aspecto, estanqueidad, calidad y funcionalidad o pruebas en la pista de la planta de Villa verde, para asegurar su perfecto estado. En total, se controlan más de 1.200 características.