Los errores que pueden hacer que un accidente a 50 kilómetros por hora pueda llegar a ser mortal
Los expertos recomiendan llevar siempre puesto el cinturón de seguridad, independientemente del tipo de vía, de la plaza utilizada o distancia que se recorra
El exceso de velocidad se señala normalmente como la principal causa de muertes en la carretera . Pero un accidente a poco más de 50 kilómetros por hora también puede llegar a provocar víctimas mortales, debido fundamentalmente a numerosos errores que se comenten a la hora de viajar en un coche.
Para demostrarlo, el E l Real Automóvil Club de España - RACE y Goodyear han realizado en la sede de Cidaut, Valladolid, un 'crash test' que ha arrojado resultados preocupantes, ya que millones de españoles viajan en posiciones que, en caso de accidente, son incompatibles con la vida.
Las pruebas se han efectuado a raíz de los resultados de una encuesta en la que millones de españoles confesaban realizar sus desplazamientos con el respaldo recostado, el cinturón de seguridad mal puesto (o incluso sin él), objetos sueltos en el habitáculo, o con los pies sobre el salpicadero del vehículo.
En la prueba se colocó al conductor sujeto con cinturón de seguridad holgado, en una posición cercana al volante; al copiloto, con el respaldo recostado y las piernas en el salpicadero; y al pasajero trasero izquierdo, sin cinturón de seguridad y sujetando en sus brazos a un bebé, y se sometió el vehículo a un impacto frontal a 56 km/h. Los resultados fueron letales.
Así, se demostró que para el conductor la presión ejercida por el ocupante trasero durante el choque supera las dos toneladas. Además las aceleraciones de cuello y cabeza superaron los niveles máximos, haciendo el choque incompatible con la vida.
Respecto a las consecuencias apra el copiloto, los expertos comprobnaron que la compresión del tórax supera el doble del límite tolerable por una persona, c on causa mortal , y la cabeza del «dummie» golpea contra las piernas, y también supera los niveles máximos.
Las piernas, por su parte, rompen la luna delantera, con daños graves.
No se libran de las consecuencias fatales los ocupantes de las plazas traseras, ya que la fuerza que proyecta el adulto es de 3,5 toneladas métricas, aplastando al bebé contra el asiento delantero, primero, y al conductor contra el volante, a continuación.
Durante la fase de rebote, el ocupante vuela por el habitáculo, se golpea también contra el techo y finaliza el impacto sobre el cuerpo del bebé.
Noticias relacionadas