Por debajo de 7ºC, neumáticos de invierno
Este tipo de neumáticos utilizan materiales más resistentes y están diseñados para mantenerse flexibles a bajas temperaturas
Los neumáticos de invierno siguen ganando terreno, sobre todo, en el centro y norte de Europa, donde las temperaturas bajan habitualmente de los 7º grados centígrados , el límite recomendado para utilizarlos. Y es que por debajo de ese nivel, la adherencia de un neumático mixto se reduce sensiblemente, y la distancia de frenada aumenta varios metros, en función de la adherencia de la vía y la velocidad del vehículo.
Este tipo de neumáticos utilizan materiales más resistentes y están diseñados para mantenerse flexibles a bajas temperaturas. Gracias a ello, se evita el riesgo de salirse de la trazada cuando se circula a una velocidad adecuada en esas condiciones climáticas, la cual no debería superar los 20 o 30 km/h . «Es la opción más segura en bajas temperaturas gracias a sus prestaciones ya que ofrecen un agarre excelente, agarran mejor ante cualquier situción y gracias a unos surcos más amplios evacuan mejor la nieve», detalla Jorge Castellanos , coordinador de seguridad vial del RACE.
Una opción aún más resistente es el neumático nórdico, que se utiliza en el norte de Europa donde las temperaturas pueden alcanzar los 10°C negativos y las carreteras se mantienen nevadas y heladas durante varios meses al año.
Porqué neumáticos de invierno
Lo ideal sería usar neumáticos de invierno desde octubre, cuando la temperatura empieza a bajar, hasta más o menos Semana Santa. A todo ello, instalar neumáticos de invierno con antelación permite elegir entre una amplia selección y evita retrasos en la época de mayor demanda.
Sus principales características son, primero, su banda de rodadura. Los neumáticos de invierno presentan un dibujo más profundo y recortado, cuyo objetivo es mejorar la evacuación de agua y nieve . Además, cuentan con pequeñas láminas en los tacos, que mejoran notablemente la adherencia y la tracción tanto en nieve como en barro. Y también importa la composición: en los neumáticos de invierno, su composición química especial permite que las gomas no se endurezcan a bajas temperaturas, algo que sí ocurre con los neumáticos de verano. Manteniendo su flexibilidad por debajo de los 7 grados centígrados se mejora la adherencia y la tracción .
Lógicamente, este tipo de neumáticos tienen algunas desventajas para el conductor. La principal, su precio, pues pueden ser hasta un 15% más caros que los normales . Por otro lado, en términos de eficiencia y conservación, no están indicados para el verano, por lo que se recomienda cambiarlos cuando pasa la época de frío, con el consiguiente incremento de costes, y las necesidades de espacio para su almacenamiento.
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