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Conductores con discapacidadCuando el coche son las piernas de una persona con discapacidad

Para un conductor con una minusvalía física poder llegar allí donde precisa es sinónimo de libertad, independencia y superación, como relata Miguel Ángel, nuestro protragonista

Madrid Actualizado: Guardar
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Miguel Ángel, vecino de Navarcles, aficionado al deporte de la vela, nos explica la singular relación que mantiene con su SEAT Alhambra. En el monovolumen español introduce todo el material que necesita para navegar: traje, velas y también, como muestra el vídeo sobre estas líneas, la silla de ruedas en la que se desplaza. Miguel Ángel sufrió hace años una lesión medular que le impide caminar.

Micky, como le apodan, ha apostado por una vida activa en la que el deporte juega un papel determinante como vía de superación física y mental de su discapacidad. Empezó en el mundo de la navegación por casualidad, pero al probarlo, señala, «todo cambió». Para ello utiliza su coche, al que define como una herramienta de libertad e independencia necesaria: «Tanto la silla como el coche son las herramientas que utilizo para la movilidad que me falta.

En trayectos cortos utilizo la silla y es como una parte de mí, y cuando me subo al coche éste se convierte en mis piernas», dice mientras sube al vehículo para salir camino del Club Náutico de la Escala, donde está vinculado desde hace años.

Explica que para una persona con discapacidad es esencial hacer deporte para mantenerse bien físicamente y porque «el deporte te capacita para la vida cotidiana. Hace que te superes y te ayuda a afrontar los retos de tu vida», comenta Micky mientras le vemos ir arriba y abajo con su silla con impactante agilidad.

Para llevar a cabo su pasión, Micky encontró en el Alhambra lo que buscaba: «Con este coche tienes sensación de libertad y tranquilidad. Para moverme puedo confiar en poder irme solo a la otra punta de España cargado con las cosas del barco o hacer una escapada de fin de semana con mi mujer con un coche que no me va a fallar. Estar tranquilo, que la otra herramienta que necesito para moverme, a parte de la silla, no me va a fallar».

Adaptaciones muy sutiles

De camino a Girona nos interesamos por las adaptaciones del coche y Micky nos comenta que son muy sutiles: otra de las cosas que le gustó del Alhambra es que la adaptación para conducir con las manos era muy discreta. Le vemos manejarlo cómodo y confiado y

La adaptación del coche a la discpacidad de Micky es muy sutil, otra de sus virtudes.

certificamos que coche y silla son sus piernas. Seguimos viaje charlando de vela y de la sensación que uno tiene al encontrarse dentro del mar, en mitad del medio natural: «El primer día que lo probé me asusté, porque dejas la silla y eso es como quedarte sin piernas. Luego vas viendo que puedes hacerlo; la sensación de libertad que experimentas al estar en mitad de la naturaleza es indescriptible».

En el puerto de La Escala hay oleaje fuerte. Cualquier principiante abandonaría la idea de lanzarse al mar, pero Miguel Ángel no duda y deja la silla a un lado. Antes de perderle de vista entre las olas nos regala una última reflexión: «Navegar y conducir son dos sensaciones de libertad muy parecidas. Uno me da autonomía y libertad en el mar y el otro, en el medio terrestre».

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