EL COMBUSTIBLE CORRECTOGasolina, diésel, autogas, híbrido y eléctrico, ¿con qué me quedo?

Lancia Ypsilon, con gas licuado del petróleo (GLP)

Junto a opciones como el tradicional binomio gasolina/diésel o los recientes modelos eléctricos, el AutoGas o gas licuado de petróleo (GLP) está plenamente operativo en nuestro país desde 2007. Para muchos es desconocido, pero su consumo ha crecido un 30%, y cada año lo hace a razón del 13%.

Entre sus ventajas, la capacidad de adaptar casi cualquier coche de gasolina para que funcione indistintamente con ésta o GLP, sus abundantes recursos naturales y, al estar más beneficiado fiscalmente, un ahorro del 40 al 45% en la factura corriente de combustible, con un mantenimiento de unos 30 euros cada 40.000 km. Otra virtud es la ausencia, casi total, de azufre y metales en su composición, por lo que su combustión es más «limpia».

En España la mayoría de los vehículos de AutoGas —hay 29 opciones a la venta— son de servicio público, pero el mercado de particulares crece por la crisis y el alza en los precios de los carburantes. De hecho, la Asociación de Operadores de Gas Licuado de Petróleo (AOLGP) estima que hacia 2017 serán unos 200.000 los vehículos de GLP que circulen en nuestro país, con una red de repostaje que podría rondar los 1.000 puntos el año que viene.

Un ejemplo de manual con este carburante es el Lancia Ypsilon –el grupo Fiat es el que más modelos de esta clase propone, mientras que el consorcio Volkswagen opta a través de sus filiales por el gas natural, o GNC—, en la imagen sobre estas líneas. En versión Ecochic GLP se vende con descuentos por 10.700 euros. A ritmo legal, permite rebasar 1.000 km de autonomía combinando sus depósitos de gasolina y GLP.

Con todo, su «magia» reside en circular habitualmente con gas. Primero, porque a 0,75 céntimos/litro llenarlo cuesta unos 22 euros para 400 km en circuito mixto ciudad/periferia. Y, segundo, porque haciéndolo así reduciremos significativamente las emisiones.

Toyota Auris, en diésel, gasolina e híbrido

El compacto de Toyota es otro de esos modelos populares, en este caso de formato compacto, con un crisol de posibilidades en cuanto a combustibles: gasolina, diésel turbo e híbrido gasolina/eléctrico, con la misma arquitectura que un Prius, también en la marca japonesa.

La estrella es el Auris Hybrid —sobre estas líneas, en España copa el 22% de las ventas en su tipología—. Según Audatex, especializada en postventa de automoción, ahorra, durante ocho años y con un rodaje aproximado de 120.000 km —2.587 euros de gastos fijos, incluidos mantenimiento y neumáticos—, 1.395 euros comparado con la versión equiparable de gasolina —gastos fijos por importe de 3.982 euros—. Por su parte, los gastos del Auris Diesel ascienden a 5.420 euros.

En todo caso, el primero es la opción por excelencia para uso urbano intensivo, el último para grandes rodadores, tanto en carretera como en trazados periféricos, y el gasolina la declinación más adecuada para quien use el coche de forma esporádica.

SsangYong, pluralidad en el segmento SUV

La firma coreana SsangYong acaba de desembarcar en España su modelo más asequible, el SUV urbano Tívoli. Al principio lo comercializó en gasolina (128 CV), y desde hace unos días también en turbodiésel (116 CV).

Sobre el primer motor ofrece una alternativa adaptada a GLP que mantiene la garantía oficial, y que puede funcionar tanto con gas licuado de petróleo como con gasolina sin plomo, con la que en todo caso arranca siempre, hasta que el motor cobra temperatura.

Según el fabricante, por un extra de 1.750 euros el Tívoli GLP se amortiza a partir de 50.000 km, o de 25.000 km valorando el diesel (250 euros más barato).

Volkswagen ofrece el Golf en TSI, TDI, TGI, GTE y eléctrico e-Golf

Pese a su exclusividad, el Golf de Volkswagen es el «no va a más» por opciones disponibles de carburante: sin tener en cuanta niveles de potencia, cinco, valorando sus alternativas turbo en gasolina TSI y gasóleo TDI —normalmente, las primeras salen más a cuenta, salvo para aquellos que realicen unos 20.000 km/año—, la opción de gas natural (CGN) Golf 1.4 TGI BM —a partir de 25.800 euros, gasta una media oficial de 3,5 l/100 km— y las declinaciones eléctrica e-Golf —ojo, 31.030 euros, 140 km/h de máxima, autonomía de 200 km y recarga de hasta 12 horas, eso sí, por unos 3 euros— e híbrida enchufable.

La última —versión GTE, desde 39.330 euros, con varios modos de funcionamiento a elegir, incluído uno eléctrico o EV— funciona con gasolina/electricidad, rinde un máximo de 204 CV y viene a competir con el Golf GTI (32.400 euros) de gasolina y hasta con el Golf GTD (32.370 euros) diésel.

Su gasto real, de 5,8 l/100 km, lo equipara a los valores de un TDI similar e incluso de un TSI, circulando a ritmo moderado. En modo EV alcanza 30 km de autonomía y exige entre 2 y 4 horas para recargar, según la toma.

Ford Focus, en gasolina, diésel y GLP

Ford también echa el resto en su compacto Focus: ofrece una diversidad de combustibles en esta gama, pues a los consabidos gasolina y diésel, en ambos casos sobrealimentados, añade un Focus GLP —117 CV y 4,3 l/100 km—, desde 18.175 euros.

Ese precio obliga a afinar para errar la compra, pues un diésel económico, un TDCi con 95 CV, sale por 17.175 euros. Por su parte, el gasolina más asequible —de reprís similar al TDCi—, con mecánica EcoBoost 1.0 de 100 CV, parte de 15.175 euros.

Éste es la opción para aquellos que completen unos 10.000 km/año y el TDCi el adecuado para hacer más de 20.000 km año —amortizarlo frente al EcoBoost exige completar, al menos, 166.000 km—. En cuanto al GLP, es una alternativa al de gasolina a partir de 111.000 km. Frente al diésel, cuesta 600 euros más: para que salga más barato de usar hay que recorrer primero 40.000 km.