Así con los coches menos 'glamurosos' que colecciona un canadiense

Su nombre es Peter Cullingford y ha dedicado toda la vida a coleccionar objetos ordinarios y coches comunes a los que da una segunda vida, gracias a la magia del cine

S. M.

Aunque la digitalización y los efectos especiales se han apoderado del cine, todavía hay películas que siguen optando por recrear con objetos reales ciudades o ambientes del siglo XX, con vehículos, por ejemplo. Y ahí entra en juego la compañía Picture Vehicle Specialties Inc, fundada y dirigida por Peter Cullingford , una de las pocas empresas de Canadá (y del mundo) que se especializa en suministrar lo que son, esencialmente, extras automovilísticos para el cine y la televisión .

Cullingford ha dedicado toda la vida a coleccionar objetos ordinarios y coches comunes a los que da una segunda vida, gracias a la magia del cine. Su vasta colección de coches antiguos , cuidadosamente seleccionados y extremadamente corrientes, logra que nos transportemos al Nueva York de los años 70, la Rusia de los 80 o la Europa de la postguerra. Coches suministrados por esta empresa han compartido protagonismo con los actores reales en producciones como 'La forma del agua', 'Desafío Total', 'Hulk' o en series tales como 'El cuento de la criada' o 'The Boys'.

Dentro de las instalaciones de Picture Vehicle Specialties hay unos 200 vehículos en distintos estados de salud mecánica (inmaculados, sin restaurar o hasta quemados) en una campa que rodea un enorme silo en forma de cúpula, en cuyo interior se encuentran los automóviles más valiosos o propensos a la oxidación.

Nadie colecciona los «coches aburridos», como Cullingford los llama: los modelos básicos, los cuatro puertas, los familiares. «Los coches de mierda con los que todos hemos vivido de niños y que ahora han desaparecido», añade. Y esos modelos son los que le están dando de comer y que tan necesarios son al recrear una escena exterior de hace unas décadas.

El coste de alquilar un vehículo para un día de rodaje oscila entre los 350 y los 1.500 dólares canadienses (entre 240 y 1.000 euros), dependiendo de su valor. Según apunta Cullingford, y recogen desde Autocasión , los coches de la década de los 80 están muy solicitados ahora para trabajos de cine y televisión, pero, por desgracia, fueron algunos de los peores coches que se han fabricado, con lo que son difíciles de localizar.

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