Coches con historia hay muchos. Coches que merezcan ocupar una página en la Historia de una nación, muy pocos. Ramón Roca Maseda , patrono de la fundación del RACE, recogió todos ellos en su libro « El automóvil en la historia de España », un repaso histórico, sociológico y técnico de 130 años de historia de la automoción y su impacto en nuestro país.
El nacimiento del automóvil y de Alfonso XIII, en 1886, y el atentado fallido contra José María Aznar, en 1995, abren y cierra una obra en la que ocupan un lugar destacado empresas como Pegaso e Hispano Suiza, modelos como el Duesenberg J en el que Alfonso XIII abandonó definitivamente Madrid rumbo a su exilio, o vehículos como el Seat 1400, el coche que tímidamente comenzó a motorizar España. Automóviles, como el Morris Príncipe de Asturias , que a veces no recuerdan ni las marcas que los fabricaron, y que llevaron a príncipes, reyes, presidentes de la República y del Gobierno o dictadores. En ellos viajaron y descansaron, fueron aclamados, abucheados, tiroteados y algunos, incluso murieron.
Mercedes 770 - De la República... y de Hitler
Lo utilizaron tres presidentes de la República: Niceto Alcalá Zamora, Diego Martínez Barrio y Manuel Azaña, y los dos últimos lo usaron para huir hasta la frontera con Francia poco antes de la derrota de la República, el 5 de febrero de 1939. Anteriormente, Azaña lo utilizó en varias ocasiones para recorrer el frente en Castilla, Valencia y Cataluña.
Encargado en 1935 , durante el Salón del Automóvil de Barcelona, era idéntico a los que por entonces utilizaban Adolf Hitler, Hiro Hito, el Sha de Persia, el presidente portugués Oliveira Salazar o el presidente mexicano Cárdenas. Tenía un motor de 8 cilindros en línea y desarrollaba 200 CV. Era capaz de alcanzar los 180 km por hora.