El coche de Cósima Ramírez Ruiz de la Prada: «En mi primer coche la música se subía al acelerar»
La diseñadora conduce en la actualidad un Citroën C5 Aircross Hybrid, un SUV que describe «como un tanque y ultra cibernético, estoy feliz, podría mudarme a vivir en él»
Cósima Ramírez Ruiz de la Prada , hija de Ágatha Ruiz de la Prada y el periodista Pedro J. Ramírez , ejerce como Jefa de Relaciones Internacionales de la marca y también es 'influencer'. Esta diseñadora, cuya mayor creación han sido las zapatillas cósmicas, confiesa a este diario que los coches son solo una "herramienta para moverme, pero eso no los hace menos apasionantes , la libertad que conceden es inestimable. También representan un oasis en el que estar a solas con tus pensamientos, con tu música y tus propósitos". A sus 31 años revela que se sacó el carné de conducir a los 24, "un poco tarde, lo hice por mi perro Gordon Brown (que me inspiro un gran sentido de responsabilidad y madurez)".
Lo más curioso fue su primer coche, un Fiat Bravo, "en el que la música se subía al acelerar", puntualiza entre risas; un vehículo que guarda "pocos" secretos inconfesables , de hecho, "los lleva muy dignamente expuestos en su coraza". En su primer viaje largo condujo de Milán a Barcelona con su perro Tupac. "Solo nos paramos 15 minutos en el camino y cuando llegamos estaba dispuesta a seguir hasta Portugal de pura adrenalina", añade.
En la actualidad conduce un SUV, un Citroën C5 Aircross Hybrid , que "es como un tanque y ultra cibernético, estoy feliz, podría mudarme a vivir en él", expresa, al mismo tiempo que destaca que "las cámaras e indicaciones para aparcar, ya no me imagino cómo aparcar sin ellas . (Y el cargador sin cables al lado del asiento del copiloto tampoco está nada mal)". Es más, su compañero de cuatro ruedas "es mil millones de veces mejor, jamás me esperaba conducir un coche tan bueno, sobre todo tecnológicamente".
A la hora de elegir un coche, para Cósima, que comparte coche con su hermano Tristán , priman más "las emisiones, luego la mecánica y luego la estética, aunque por supuesto me encantaría hacerlo al revés". Incluso su madre todavía conduce "el primer híbrido que salió al mercado que sigue casi perfecto de después de 15 años", por lo que para esta familia el cuidado de la salud y del medio ambiente es muy importante.
Esta joven diseñadora es de las que prefieren "ir al volante si voy en el coche sola; si no definitivamente como pasajera para poder abstraerme más felizmente ", aunque, como copiloto se define como la "que avisa de peligros imaginarios". Por último, también es de las que cree que un coche dice mucho de su dueño: "Por suerte todavía no hablan los coches, aunque me imagino que nos queda poco. Habrá que tener más cuidado con lo que les confiamos", concluye.
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