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El coche como causa de todos los males

Sus detractores apuntan, entre otros muchos, a su elevada contaminación, también acústica, al espacio que ocupa o a la congestión que provoca

Madrid Actualizado: Guardar
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Para muchos, el automóvil es el medio de transporte ideal por cómodo y flexible. Para otros, sin embargo, pasa por ser el que más impactos negativos provoca. Tamibién el que resulta más caro y el que cuantitativamente más energía consume.

Útil para trayectos específicos que no cubran las líneas de transporte público o para recorridos de puerta a puerta (como en el transporte de personas con problemas de movilidad y para llevar objetos pesados, así como para trayectos rápidos por razones de urgencia), fuera de atascos es rápido y flexible.

Ecologistas en Acción recuerdan que el principal problema del coche radica en su uso generalizado y desmesurado, que deriva en la congestión y la ineficiencia de todo el transporte viario.

En particular, indican que el automóvil es el medio de transporte que más energía consume por persona transportada y km recorrido, ya sea para tasas de ocupación máximas o tasas de ocupación reales. Y es que el consumo energético total del automóvil, incluyendo el gasto de construcción del vehículo, de la infraestructura y del mantenimiento de la misma, a tasas de ocupación reales es casi el doble que el del cercanías y el del metro, y más de cuatro veces que el del autobús.

Este elevado consumo energético lo sitúa como el medio de transporte más ineficiente y provoca sus mayores impactos y costes para el usuario y la sociedad. También es la causa de sus mayores impactos a escala global: contribución al cambio climático e impactos relacionados con la obtención y distribución de la energía (petróleo) que consume y agota.

Contaminación del aire

Señalan, asimismo, que el automóvil es el medio que más energía de tracción consume: cuatro veces más que el autobús para el mismo número de viajeros. De hecho, es el principal foco emisor responsable de la contaminación del aire en las ciudades: 80% de emisiones de NO2 por tráfico y 60% de emisiones de partículas.

Sus contaminantes son más perjudiciales para personas mayores, menores de edad, asmáticos y personas con problemas de respiración. Se calcula que en España más de 18 millones personas viven en lugares con aire contaminado que podría provocar 16.000 muertes prematuras al año.

Consumo de espacio

La superficie urbana dedicada al automóvil es de entre el 20 y el 30%, alcanzando en urbanizaciones de nueva construcción porcentajes del 40%. Esta relación se reparte entre el dedicado a aparcamiento y el empleado para la circulación.

El coche privado es el modo de transporte que más espacio ocupa, por el tiempo que permanece estacionado: cerca del 90% del tiempo (20-22 horas al día) y por la mayor cantidad de espacio que necesita para circular: para un viaje diario medio del hogar al trabajo, 90 veces mayor que en metro y 20 veces más que en autobús o tranvía. De otro modo: 60 coches para transportar a 75 personas equivalen a un autobús.

Ecologistas en Acción apuntan además que es responsable del modelo de ciudad y de su desarrollo urbano: las calles habrían perdido su función como lugar de encuentro y sociabilidad para encajar coches, quedando así como lugar de tránsito.

Accidentalidad

Los accidentes de tráfico constituyen la práctica totalidad de los siniestros de transporte, y en ellos el automóvil proporcionalmente es el que más muertos y heridos arroja sobre la población.

En nuestro país, los accidentes de tráfico constituyen la quinta causa más frecuente de defunción, por detrás de las enfermedades cardiovasculares, las neoplásicas, las respiratorias y las digestivas. Y los siniestros viales se ceban principalmente encontre la población joven: cada día mueren 4 jóvenes en accidentes de tráfico, convirtiéndose en la primera razón de muerte del colectivo por delante del sida y las drogas. De hecho, es la principal causa de mortandad de personas de menos de 39 años.

Tan importante siniestralidad presenta una fuerte repercusión urbana: más de la mitad del total de accidentes se producen en ciudad, con el 50% de heridos, como las muertes por atropello. Y la mayoría de accidentes de moto son urbanos (76%).

La cifra total de víctimas en 2005, uno de los años con menores tasas de accidentalidad, fue superior a las 137.000 personas, con 4.442 personas fallecidas y 21.859 heridos graves.

Congestión

El automóvil es el principal responsable de las congestiones urbanas, los conocidos atascos.

Estos provocan pérdidas de tiempo considerables y afección sobre el estado de ánimo, tienen una fuerte repercusión económica (horas productivas perdidas, pérdidas en el comercio, operaciones de abastecimiento más difíciles y con retrasos...) A medida que aumenta la utilización del automóvil, se incrementan la congestión viaria y con ella disminuye la velocidad media de circulación, alcanzando niveles tan bajos que anulan la principal ventaja competitiva del automóvil como medio de transporte.

Ruido

El 80% del ruido urbano responde al tráfico rodado: un tranvía genera 46 veces menos ruido que los coches y los autobuses, 11 veces menos que el número de automóviles equivalente.

Según la Unión Europea, el 74% de los españoles están expuestos a niveles sonoros superiores a 55 decibelios, producidos por la circulación, y 2 de cada 3 residentes en ciudades españolas medias o grandes viven en ambientes sonoros considerados generalmente como inaceptables. Es decir, habitan espacios con contaminación acústica.

Y el ruido provoca malestar, problemas de comunicación y atención o trastornos del sueño, cansancio crónico, insomnio, enfermedades cardiovasculares, trastornos del sistema inmune, ansiedad, depresión, irritabilidad, náuseas, jaquecas y cambios conductuales (hostilidad, intolerancia, agresividad, aislamiento social).

Bajas tasas de ocupación

Todos estos problemas se ven agravados por las bajas tasas de ocupación del coche: una media de 1,2 personas por vehículo. Tasas tan bajas que multiplican el consumo de energía, la contaminación emitida, el ruido generado, el gasto de espacio por persona transportada y las posibilidades de accidente.

Además, el coche tiene un efecto negativo sobre el transporte público y sobre los medios no motorizados. La repercusión sobre el transporte público se debe a la cantidad de espacio público que consume y las congestiones que produce. Competición desigual por un espacio público limitado en el que el perdedor es el sistema público de autobuses, que pierde potenciales viajeros.

Un efecto indirecto es qque el transporte público por carretera se encuentra desprestigiado; metro y cercanías son los únicos transportes públicos demandados por su elevado grado de calidad al no compartir infraestructura de servicio con el automóvil, pese a que requieren importantes inversiones y que solo resultan rentables a partir de una cantidad de viajeros por día elevada.

A su vez, peatones y ciclistas no encuentran lugar en ciudades en conjunto hostiles para ellos: las urbes no facilitan espacio ni facilidades para andar o pedalear.

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