El coche de Ana Carrasco: «Suelo usar colores que no llamen mucho la atención»

Desde que nació tenía una moto en casa. Desde los tres años, cuando aprendió a conducir una de juguete que le regalaron a su hermana, dos años mayor que ella. Su padre, mecánico, le enseñó los trucos para triunfar en este deporte y ha llevado su pasión por las dos ruedas al máximo nivel. Ha conseguido ser la primera mujer en ganar una carrera, y también la primera en ganar el campeonato de Supersport 300, la categoría pequeña de las Superbikes.

Pero Ana Carrasco (Cehegín, 1997) también es una apasionada de los coches, «me gustan y me gusta conducir», explica la piloto de motociclismo a este diario, desde que se sacó el carné de conducir a los 18 años tras presentarse «solo una vez» y aprobar «a la primera». Nada que se mueva sobre ruedas parece resistírsele.

Su primer coche propio ha llegado ahora con los 23 años, un Hyundai i30 N Fastback , del que destaca «la potencia y la estabilidad» , al igual que subraya que «superó las expectativas que tenía previas a comprarlo, sin duda». De hecho, a la hora de elegir un coche, considera que tanto la estética, la mecánica o las emisiones son importantes. «Todas tienen su parte importante a la hora de la elección, tiene que ser un equilibrio entre las tres «, puntualiza.

En su garaje guarda junto a su coche, de color discreto porque Carrasco detalla que «normalmente siempre suelo usar colores discretos, que no llamen mucho la atención», una bicicleta. Es más, es del tipo de persona que considera que el coche dice mucho de su dueño: «Normalmente si, el coche suele reflejar los deseos o personalidad de las personas».

Asimismo, en relación a si diría que el asistente de aparcamiento es el mejor invento del mundo del automóvil o si es de las que siempre han aparcado a la primera, la piloto de motociclismo confiesa que es «de las que siempre ha aparcado a la primera, aunque en ciertas ocasiones tener esa ayuda siempre va bien», concluye.