Circular ebrio con un patinete eléctrico también tiene multa y no es nada barata
Una conductora ha sido sancionada en Zaragoza con mil euros tras estrellarse contra un árbol
La Policía Municipal de Zaragoza ha impuesto una cuantiosa multa a una usuaria de un patinete eléctrico que se estrelló el pasado fin de semana contra un árbol cuando circulaba ebria.
Los agentes hicieron la prueba de alcoholemia a la usuaria, que conducía un patinete de la empresa Reby alquilado por minutos. En ella arrojó un resultado de 0,65 miligramos por litro en aire espirado, por lo que fue sancionada con una multa de 1.000 euros en aplicación del Reglamento General de Circulación. La sanción tiene opción de un descuento del 50% por pronto pago.
Una conductora de Vehículo de Movilidad Personal colisionó ayer, tras perder el control del 🛴, con un árbol en la Plaza Emperador Carlos V.
— Policía Zaragoza (@policiazaragoza) 9 de septiembre de 2019
Tras ser asistida por agentes de #SectorCentro, arrojó un resultado ➕ en la prueba de alcoholemia.
#1000€DeMulta #SeguridadVial pic.twitter.com/ZeyMr7VPZh
El pasado lunes, la Fiscalía General del Estado denunció en su informe anual de 2019 la situación de "alegalidad" con la que circulan muchos vehículos acogidos en el concepto de patinete, y que, según los datos recogidos en 2018, han provocado el fallecimiento de hasta 273 personas.
Los datos recogidos por la DGT en el pasado año, determinan que la aparición de estos patinetes ha supuesto "un aumento notable" del riesgo de atropellos y sus consecuencias. De hecho, la Fiscalía apunta en el estudio que en los once primeros meses de 2018 se contabilizaron 273 accidentes en 44 ciudades . "En 203 de ellos", apunta el órgano, "habría algún tipo de responsabilidad del patinador".
Aunque reconoce que "no se puede generalizar" porque hay lugares "en los que la convivencia es fluida", sí señala que existe una "falta de conciencia de respeto a las normas" lo que, a su juicio, implica "un riesgo para ellos mismos" y "para los demás usuarios de la vías". De ahí, que reclame una normativa, municipal y estatal, suficiente para solucionar esta situación, que dé a sus usuarios los conocimientos y advertencias necesarias para no generar "una falsa sensación de impunidad".
Del mismo modo, llama a los fabricantes y empresas a no actuar con estos vehículos con la misma actitud que cuando el producto es de juguete, informa Ep.