Estas son las averías que nosotros mismos provocamos en el coche
Los coches se estropean. En muchas ocasiones por el propio desgaste o fallos en la fabricación. Pero nuestra forma de conducir y un mal mantenimiento también pueden provocar que tengamos que pasar por el taller
Actualizado: GuardarLos coches se estropean. En muchas ocasiones por el propio desgaste o fallos en la fabricación. Pero nuestra forma de conducir y un mal mantenimiento también pueden provocar que tengamos que pasar por el taller
123456No revisar la presión de los neumáticos
Es uno de los errores más recurrentes, y no solo afectan a nuestra seguridad, también es motivo frecuente de problemas mecánicos. Es un descuido habitual porque, en apariencia, no suelen parecen deshinchados. Descuidar la presión de los neumáticos puede llegar a salirnos caro. Un reventón en marcha puede dañar la llanta, además de provocar un accidente. El coste de reparación de un neumático parte de los 60€. No te olvides. revisa la presión por olo menos una vez al mes y antes de emprender un viaje.
Acelerar con el motor frío
Cuando el vehículo está parado el aceite se deposita en el cárter. Cuando arrancamos, debemos esperar a que el motor recupere su temperatura y viscosidad para que el aceite llegue a todos los rincones del motor para lubricarlo bien. Si no lo hacemos así elementos internos como los cilindros o las guías de las válvulas, sufren más desgaste del habitual y reducen su vida útil hasta el 50%. Reparar este tipo de averías puede subir hasta unos 900€. Es recomendable esperar unos 10 segundos antes de comenzar a circular. Después, acelera siempre de forma progresiva, evitando que el motor supere las 2.700 rpm en los diesel y las 3.500 en los gasolina.
Mantener el embrague pisado
Suele ser habitual en los semáforos. Por intentar ahorrarnos unas décimas de sengundo es habitual tener el coche detenido ante una luz rona y mantener la marcha metida con el pedal del embrague pisado. Y no digamos si retenemos el coche con el medio-embrague y el acelerador. Esta mala costumbre provoca un mayor desgaste del sistema de embrague. No cuesta nada dejar el coche en punto muerto cuando nos paramos en un semáforo, de lo contrario cambiar el embrague te costará unos 400€.
Adictos al pedal del freno
Al igual que sucede con el embrague, los frenos están para lo que están. Es habitual que en bajadas prolongadas pisemos el freno de manera constante para reducir la velocidad del coche. Lo que hacemos en este caso es aumentar el desgaste de pastillas y discos, provocando la deformación de los discos y el deterioro del líquido de frenos. Un cambio de pastillas puede costar entorno a los 60€, pero la sustitución de los discos ya se eleva hasta los 250€. Cambiar el líquido de frenos puede costarnos unos 70€. Si nos acostumbramos a utilizar marchas cortas cuando hay pendiente, tendremos que pisar menos el pedal del freno y además tendremos mayor del vehículo en las curvas.
Circular con las revoluciones excesivamente bajas
Una de las recomendaciones más habituales para ahorrar combustible es la de circular a bajas revoluciones. Pero no nos pasemos, porque en algunas ocasiones lo que hacemos es «casi ahogar» el motor.
Podemos dañar la válvula EGR, el catalizador y el filtro de partículas debido a la acumulación de carbonilla. Cambiar la válvula EGR ronda los 250€ de media, sustituir el catalizador, unos 700€, y el filtro de partículas, 1.200€.
Nos tenemos que acostumbrar a circular con el régimen de revoluciones adecuado. Esto es, para un motor diésel entre las 1.700 y 1.8000 rpm. Y si es gasolina, el régimen rondará las 2.500 rpm.
Apagar el motor de golpe después de un largo trayecto
Un fallo importante si nuestro coche tiene un motor con turbo. Esta mala costumbre afecta a este tipo de mecánicas porque el aceite se queda acumulado en el mismo turbo y tenderá a carbonizarse. Hay que esperar unos minutos a que el turbo reduzca un poco su temperatura. El cambio de esta pieza puede suponer unos 1.000€.