Honda
Scoopy SH 125 2020, el líder se reinventa
Las marca rediseña un modelo en un momento en el que los medios individuales de transporte personal, como las motocicletas tipo «scooter», ganan protagonismo
Más refinado y eficaz que nunca. Así es el nuevo Scoopy 125 que se renueva en profundidad para superar la nueva norma EURO5 y de paso mejorar las cualidades que le mantienen en los primeros puestos del mercado. Esta será la quinta generación de un modelo que, desde su presentación en 1984, ha vendido más de un millón de unidades y que en España se ha mantenido en el top 3 de ventas durante 17 años. El Scoopy 2020 mejora sus prestaciones y aumenta su capacidad de transporte, tal vez la mayor demanda de futuros clientes.
El motor eSP+ tiene ahora cuatro válvulas, mayor compresión, nuevo cigüeñal, refrigeración mejorada y diferentes medidas internas, que consiguen aumentar la potencia y par, reduciendo el consumo (hasta 320 km con un depósito de 7 litros) y emisiones.
Gran novedad es el control de tracción HSTC que siempre evitará algún susto y mantiene los frenos de disco con ABS en ambos trenes. Conserva el eficiente sistema Idling Stop, que para el motor en las detenciones, con un arranque inmediato al girar el puño de gas.
El chasis se ha modificado buscando mayor comodidad y espacio bajo el asiento ( un 55% mas capaz ), pasando el depósito de gasolina a la parte baja de la plataforma. Ahora dispondremos de espacio para un casco integral y alguna cosa más y una nueva toma USB para el móvil. Las formas de la carrocería son más «afiladas», con el faro delantero en la parte baja del escudo. También es nueva la instrumentación digital de doble pantalla LCD con ordenador de a bordo y nuevas piñas de conmutadores. Se mantiene la Smart Key de arranque sin llave, con la novedad de poderlo ampliar (190 euros) a la apertura remota del baúl trasero opcional. El asiento no cambia de altura y se reduce el peso hasta los 133,9 kg.
Ya a los mandos es fácil comprender el éxito a lo largo del tiempo de este scooter. La rueda alta y el suelo plano son garantía de seguridad y comodidad en ciudad. La primera impresión, nada más arrancarlo, es de gran calidad de construcción, apenas vibra y es muy silencioso. Se hace raro circular en un Madrid con calles medio vacías, ya no es necesario recurrir a la gran manejabilidad del Scoopy para ponerte primero en el semáforo. Se nota la mejora en aceleración y transmisión, es sencillo dejar los coches atrás. Diría que es todavía más suave y fino de funcionamiento que el modelo anterior.
Frena muy bien y el ABS es efectivo y poco intrusivo . Más complicado con este buen tiempo será probar el control de tracción, pero ahí está y siempre es un elemento de seguridad bienvenido. Los más puristas podrán desconectarlo en la piña izquierda. Si se sale a carretera y siempre teniendo en cuenta las limitaciones de su cilindrada, cumple para desplazamientos cercanos pues es capaz de llanear manteniendo los 100 km/h, con una punta en ligera cuesta abajo de 115 km/h.
