Probamos el «no va a más» de BMW, el 740Ld xDrive
Lo tiene todo, incluido un precio que lo aleja del mundanal ruido. Pero también un motor diésel de 320 CV que permite un andar excelente sin castigar el consumo. Incluso se puede manejar desde el mando a distancia, para aparcarlo, sin sentarse a los mandos, lo nunca visto
Madrid Actualizado: GuardarEl portaestandarte de BMW, la Serie 7, es un vehículo lanzado el pasado julio y que cuenta, en su gama, con una variante diésel de 265 CV y con otra, el 740Ld xDrive objeto de esta prueba, que rinde 320 CV. En breve añadirá un 750d de 400 CV y 4 turbos.
Antes de nada, el vídeo sobre estas líneas recoge nuestras principales apreciaciones y conclusiones acerca de un modelo sublime que cuesta casi 109.000 euros, antes de incorporar opciones.
Ni que decir tiene, se trata del coche de la firma bávara más puntero desde el punto de vista tecnlógico. Ni siquiera Rolls-Royce, bajo paraguas de BMW Group, atesora la sofisticación de un coche que ofrece dos longitudes de carrocería: 5,08 y, como en el caso que nos ocupa, 5,24 metros.
La última es una alternativa propia de clientes con chófer, ideada para viajar en las plazas traseras (pueden ser 2, independientes y con multitud de reglajes en la opción Executive Lounge, que cuesta más de 14.000 euros). No acaba ahí la cosa: hay otros muchos elementos a la última y mandos sensoriales por todas partes, incluso gestuales, inéditos en el sector automovilístico, para manejar el audio sin tocar nada, o la opción de mover el coche desde fuera, con el mando a distancia, para aparcarlo o sacarlo sin luchar con la puerta por lo estrecho del hueco. Y todo con el lujo propio de la mejor primera clase de una línea aérea moderna.
Ya avanzamos que presume de suavidad y prestaciones, muy filtradas (parece que corre menos de lo que logra, porque llega a 250 km/h de velocidad máxima limitada por la electrónica, con un rápido paso de 0 a 100 km/h cifrado en 5,3 segundos), y hasta de consumo. Y es que, si bien declara una media ponderada de 5,7 l/100 km, un valor real de 9, como hemos registrado, sigue siendo notable en un automóvil de sus dimensiones que en orden de marcha rebasa las 2 toneladas.
Otro apunte: la variante probada apareja tracción total xDrive, un plus de seguridad en un vehículo de notable fuerza motriz (el par motor asciende a 680 Nm, que además entrega a solo 1.750 rpm, de forma constante hasta las 2.250), en particular yendo sobre firmes de baja adhrencia, mojados o ligeramente nevados, por ejemplo. En la práctica, es confortable a más no poder, con frenos potentes y una conducción sorprendentemente fácil. Ni siquiera es aparatoso maniobrarlo, toda una virtud por su tara y tamaño.
Como posibles "lunares", por aquello de que nada es perfecto, un precio alto, un sinfin de opciones a cual más prohibitiva y, sobre todo, el respaldo fijo de los asientos traseros: no es algo crítico, porque además hay 515 accesibles litros de maletero, pero alguien que intente llevar dentro del coche unas tablas de esquí o una bicicleta encontrará en ese obstáculo un muro insalvable.
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