Prueba
Forester XT: un SUV grande que responde como un deportivo
Subaru cuadra el círculo con un coche amplio, campero y muy brioso
El Subaru Forester XT no es un SUV más, aunque por fuera pueda parecerlo. Su estética no arriesga, pero impone , gracias a lo rotundo de sus líneas y a sus generosas dimensiones que, trasladadas al habitáculo, permiten acoger a cinco personas con comodidad.
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Lo mejor está bajo el capó. Un brioso motor bóxer (de cilindros en línea) de 241 CV permite mover sus 1.690 kilogramos de peso con una gracia y agilidad propias de un vehículo mucho más liviano. Las sensaciones son magníficas, tanto al pisar el acelerador como al gestionar la dirección, muy precisa, o al accionar el freno.
El comportamiento del cambio automático , con levas, también es impecable, lo que termina por garantizar una experiencia dinámica realmente sobresaliente, no solo más deportiva que la versión normal del Forester sino también más afinada y progresiva. Quizás su mayor inconveniente sea su consumo, algo elevado, aunque comprensible por su potencia y dimensiones.
Pese a su apellido, que lo identifica como la versión más deportiva del Forester, el XT es también perfectamente capaz de desenvolverse fuera de la carretera. Lo hace incluso mejor que otros SUV, gracias a su elevada distancia al suelo , a la tracción total que incluye de serie y al asistente de descenso en pendiente.
Respecto a la habitablidad interior , el espacio es, como ya hemos mencionado, más que suficiente para acoger con comodidad a cinco personas y su equipaje. El salpicadero mantiene el aspecto sobrio pero bien rematado de la versión de base, con algunos poco estridentes que recuerdan su enfoque deportivo. Una pantalla destinada al sistema de infoentretenimiento preside el centro del salpicadero, mientras que una segunda pantalla, más pequeña, ofrece datos aobre el desempeño del vehículo, la hora o una brújula.
En suma, el XT supone una alternativa muy a tener en cuenta para aquellos que necesiten el espacio y las capacidades de um crossover campero, pero que no quieran renunciar a un comportamiento deportivo entre escapada y escapada fuera del asfalto.
