Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio: Tocado por el trébol de la suerte
Una berlina con alma y corazón de Ferrari para los entusiastas de la velocidad
Un motor de origen Ferrari de gasolina Bi-Turbo V6 de 510 CV y 600 Nm, que permite alcanzar una velocidad máxima de 307 km/h además de pasar de 0 a 100 km/h en solo 3,9 segundos son argumentos más que suficientes para convencer a un amante de la velocidad . Pero si a esto añadimos que se trata de un coche de formato berlina, con un maletero bastante amplio, y en el que cuatro personas pueden viajar con total comodidad, lo mínimo que podemos pensar es que nos ha tocado el trébol de la suerte.
Esta hierba mágica es precisamente la que da color a la versión Quadriofoglio del Alfa Romeo Giulia , la más deportiva de toda la gama. Un coche con unas prestaciones excepcionales con el que además podremos movernos en el día a día sin más pegas que la de sentirnos observados. Es cierto que el precio del coche es de unos 90.000 euros, lo que incluye el cambio automático de ocho velocidades con levas y un motor de propulsión trasera. Pero también es cierto que por este precio pocos rivales nos podemos encontrar en el mercado, y normalmente estaremos hablando de modelos deportivos de dos plazas .
Es una berlina deportiva con todas las letras, por lo que nos podemos esperar una conducción muy divertida, con una gran eficacia en curva. Pero al mismo tiempo es un coche que nos va a exigir el esfuerzo de conducirlo y de no dejar de prestar atención al volante si queremos sacar el máximo partido de sus atributos.
Disponemos de los modos de conducción existentes en el resto de la gama Giulia (Dynamic, Natura, Advance Efficiency) que podemos seleccionar desde un mando situado entre los asientos delanteros. Pero esta versión añade el modo exclusivo Race , mediante el cual logramos las máximas prestaciones . Es un botón que crea cierta «dependencia», pero que al mismo tiempo puede elevar los consumos del coche de forma notable. La media homologada es de 9,2 l/100 km. Una cifra muy buena si no nos olvidamos de que se trata de un coche que supera los 500 CV de potencia. Pero si nos dejamos llevar por el «factor emocional» es posible que con facilidad lleguemos a superar los 11 litros de media. Es el peaje que hay que pagar a cambio de disfrutar al volante.
Estéticamente los cambios efectuados sobre la versión «normal» del Giulia se notan, dándole al coche una apariencia muy deportiva aunque pueda pasar perfectamente desapercibido en la circulación diaria entre los menos aficionados a los coches. Un faldón delantero rematado en fibra de carbono con unas grandes entradas de aire, unos faldones laterales y un minúsculo alerón sobre el maletero son las únicas pistas que delatan a «la fiera» que llevamos escondida bajo el capó. Y por supuesto, el trébol verde de Alfa Romeo en la aletas delanteras.
Al volante el conductor enseguida encuentra la postura perfecta para hacerse con todos los mandos, sobre todo con los asientos opcionales Recaro. Pese a ser una berlina de gran tamaño , puede que el acceso a las plazas traseras no sea el mejor del mercado, sobre todo para personas altas o de avanzada edad. En cualquier caso, cuatro pasajeros, una vez dentro y con el cinturón de seguridad abrochado, pueden viajar con total comodidad, siempre dependiendo de la destreza del conductor al volante.
En cuanto al acabado interior, no se aprecian demasiadas diferencias respecto a otras versiones del Giulia , en las que prima el lujo sobre la deportividad. Los ajustes son buenos, los materiales de calidad, sin llegar al nivel de sus rivales alemanes, pero sin que nada llame negativamente la atención. Lo que sí e podría mejorar es la cámara trasera, cuya visualización resulta pequeña . Y el maletero, de 480 litros, tiene una capacidad buena, aunque al tratarse de un coche de cuatro puertas, el acceso no es tan bueno como si contase con un portón.
