Volkswagen ID.4, electrificación total en formato SUV

Construido sobre la plataforma MEB, es el primer todocamino totalmente eléctrico de la marca, y ofrece hasta 522 kilómetros de autonomía

U. Mezcua

Volkswagen amplía su gama 100% eléctrica con la llegada del ID.4. Si el ID.3, lanzado el pasado septiembre, aspira a convertirse en el nuevo icono de la marca -como en su día lo fueron el Beetle y el Golf-, el ID.4 busca abrir hueco en el segmento de mayor éxito: el de los todocaminos compactos, que supone el 25% del mercado automovilístico en España.

El nuevo modelo, que ya está disponible para pedidos y cuyas primeras unidades llegarán al concesionario en marzo, se ofrecerá en tres versiones: Pure, Pro y la más deportiva GTX , que llegará previsiblemente en otoño. Sus principales bazas serán una autonomía que, según la versión, puede superar los 500 kilómetros -permitiendo ya realizar viajes largos de forma más similar a un coche térmico- y una habitabilidad interior propia de segmentos superiores.

«Somos muy optimistas con su lanzamiento, tras la buena acogida del ID.3», avanza Laura Ros , directora general de Volkswagen España, que afirma que «es solo el principio, puesto que a final de año se unirá también el ID.5», con carrocería coupé. El fabricante ha invertido un total de 11.000 millones de euros en movilidad eléctrica, dentro de un paquete total de 73.000 millones de euros, para tener una gama con 20 eléctricos en 2025 y 70 en 2029 y fabricarlos en instalaciones neutras en carbono, cumpliendo con el Acuerdo del Clima de París.

La estética del ID.4 busca resaltar su carácter eficiente, con detalles como las manetas enrasadas con la carrocería. «Es un coche con personalidad y un aire robusto y eficiente», según Jorge Florit , responsable de producto del ID.4 para España, que desgrana sus principales virtudes: «Es diez centímetros mayor que un Tiguan, tiene una distancia entre ejes mayor que un AllSpace (lo que le permite ofrecer un mejor aprovechamiento del espacio interior) pero menor distancia de giro que un T-Cross (el SUV más urbano de la marca), lo que le hace muy maniobrable. El maletero es mayor que el de un Passat, con 546 litros, y se pueden colocar hasta tres sillas infantiles con Isofix en la segunda fila de asientos».

La versión intermedia Pro, con 129 ó 150 kW en su variante Performance (204CV) es la que ofrece mayor autonomía, con hasta 522 kilómetros. Se ofrecerá con los niveles de acabado Pro Performance, Life, Business y Max, además de las limitadas de lanzamiento 1st y 1st Max.

De su lado, la de acceso Pure está disponible con dos mecánicas de 109 ó 125 kW, y permite recorrer 340 kilómetros con una sola carga. Estará disponible en los acabados Pure Performance, City y Style. En todas las versiones la propulsión es trasera por la ubicación de sus motores en dicho eje, salvo en la futura GTX, que equipará un segundo motor en el eje delantero. Ambos ofrecerán, de forma conjunta, 225 kW (300CV).

Más allá de la autonomía (pendiente de homologar en el GTX) por la diferente capacidad de sus baterías (52 ó 77 kWh), y de la potencia de sus propulsores, una diferencia importante entre los distintos acabados es la capacidad de carga. Mientras la Pure admite hasta 7,2 kW en semirrápida y 50 kW en rápida (100 en las versiones Pure City y Pure Style), la Pro permite 11 kW en corriente alterna y hasta 125 kW en continua, lo que se traduce en unos tiempos de recarga mucho más reducidos.

Los precios de la gama parten desde los 38.085 euros para el nivel de acceso Pure Performance, y alcanzan los 58.925 para la más costosa Pro Max, la mejor dotada para viajar. La equilibrada Pure Style, con 125 kW (170CV) y carga rápida hasta 100 kW, alcanza los 45.315. Según Volkswagen, el menor gasto en mantenimiento y el casi nulo en carburante/recarga, unido a las ayudas gubernamentales (como el plan Moves o las ayudas autonómicas) hace que en un período de cinco años su coste total de utilización (TCO) sea inferior a la de su equivalente térmico, el Tiguan.

En el apartado tecnológico, la marca promete un amplio abanico de sistemas de asistencia a la conducción, así como el avanzado asistente de reconocimiento de órdenes vocales « Hola, ID » capaz de, por ejemplo, ajustar la climatización o buscar direcciones mediante órdenes emitidas en lenguaje natural. Además, incorpora la ID Light de serie, un sistema de iluminación con el que el coche se comunica con el conductor (por ejemplo, señaliza la calle que debe tomar mediante un parpadeo) y, como opción, se puede elegir un sistema de iluminación matricial que modifica de forma sustancial la firma lumínica del frontal, al unificar ambos grupos ópticos.

La marca también destaca su capacidad de carga sobre el techo (hasta 75 kilogramos mediante dos rieles que se instalan de serie) y la posibilidad de instalar un gancho de remolque escamoteable para arrastrar hasta 1.000 kilogramos . Y, en lo meramente estético, se podrá elegir entre carrocería bicolor o monocroma, tres diferentes combinaciones para el interior y cuatro tamaños de llantas: desde las grandes de 18 pulgadas hasta las enormes de 21. En todas las versiones las baterías contarán con una garantía de ocho años ó 160.000 kilómetros.

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