Presentación
Opel Corsa GSi: emoción en formato «mini»
Su ágil propulsor y sus contenidas dimensiones garantizan diversión en carretera
Un alegre propulsor gasolina turboalimentado de cuatro cilindros y 150 CV, y un peso de tan solo 1.200 kilogramos. Son las dos bazas que resumen la nueva versión del Opel Corsa GSi. La bala «mini» de Opel carga, casi en solitario, con la responsabilidad de mantener vivas el peso de las míticas siglas deportivas del fabricante alemán, ya que junto a él solo la berlina Insignia las conserva en la actualidad.
Puede hacerlo con la cabeza bien alta. En carretera, su chasis OPC, desarrollado por la división Performance de Opel, garantiza precisión y agarre incluso en los tramos revirados. El resto lo echa su propulsor, de sonido muy agradable y respuesta divertida, y su ágil aunque en ocasiones ligeramente pétreo cambio de marchas de seis velocidades, cuyas transiciones resultan muy cortas y adecuadas.
Ya ibamos avisados. Sobre el papel, el nuevo Corsa GSi, que ya está a la venta en los concesionarios españoles, ofrece una aceleración de 0 a 100 en tan solo 8,9 segundos, una velocidad máxima de 207 kilómetros por hora y un par motor de 220 Nm a entre 3000 y 4500 revoluciones. Cifras muy a tener en cuenta para un deportivo de sus características, con un consumo, eso sí, que supera con facilidad los 6,5 litros a los 100 cuando se practica la conducción alegre que su fisonomía demanda.
En marcha, el Corsa GSi se demuestra preciso y estimulante, gracias a la configuración de su chasis y a los amortiguadores selectivos Koni. Además, el equipo de Opel Performance también ha trabajado sobre el eje trasero, cuya rigidez se ha incrementado respecto a la versión de base para garantizar el máximo agarre y la mayor eficacia. «Lo llamamos el artista de las curvas», define gráficamente el responsable de Opel Performance y Motorsport, Volker Strycek, que ha supervisado íntegramente su desarrollo.
Estéticamente, el Corsa GSi destaca por su paragolpes específico, las pinzas de freno en rojo, las taloneras y la toma de aire en el capó, además de por su alerón, que le da un toque muy particular para un vehículo de sus dimensiones -ligeramente por encima de los cuatro metros-. En su interior, lo más destacable son los asientos opcionales de tipo baquet firmados por Recaro, de buen agarre, y notablemente cómodos.
En cuanto al espacio en el habitáculo, es suficiente para cinco personas, si bien las plazas traseras no resultan recomendables para viajes largos ni para pasajeros con dimensiones por encima de la media. El maletero, por su parte, ofrece hasta 280 litros de capacidad separados, si se quiere, por un falso fondo. Una capacidad más que reseñable a tenor de las dimensiones exteriores del modelo y de su carácter deportivo.
