Ferrari venderá 299 réplicas «asequibles» de uno de sus modelos más icónicos

El Testa Rossa J, una versión a escala del 250 Testa Rossa de 1957, se venderá desde 93.000 euros, aunque no podrá circular por carretera abierta

U. Mezcua

Oportunidad histórica para ampliar el garaje con uno de los modelos históricos de Ferrari. La marca del Cavallino Rampante va a sacar a la venta 299 unidades del Testa Rossa J, una réplica a escala de uno de sus modelos más icónicos: el 250 Testa Rosa de 1957 .

El 250 TR es uno de los iconos de la marca de Maranello y un ejemplo de cómo Enzo Ferrari sabía moverse en la trastienda de la competición, al ser pionero en solicitar el desarollo de su motor 3.0 V12 de 320CV para cumplir con la nueva normativa . Su nueva criatura no solo lograría victorias en Le Mans (nada menos que en cuatro ocasiones) o la Targa Florio, sino que fue conducido por algunos de los mejores pilotos de su época, como Dan Gurney, Mike Hawthorne y Wolfgang von Trips.

En total, se alzó con 18 títulos y tres campeonatos, en 1958, 1960 y 1961. Un palmarés que, junto a su estética, le han convertido en uno de los coches más cotizados de todos los tiempos. En 2014 se vendió uno por nada menos que 40 millones de dólares. De ahí que el precio de 93.000 euros (antes de impuestos y gastos de transporte) se antoje muy competitivo.

El nuevo modelo, eso sí, contará con diferencias importantes respecto al original. Así, fruto de los nuevos tiempos, el Testa Rossa J estará impulsado por un motor eléctrico alimentado por tres baterías, que le permitirán rodar durante 90 kilómetros . No podrá rodar por carretera abierta, dado que no está homologado para ello, pero su conductor -está pensado para ser conducido a partir de 14 años- podrá divertirse con cuatro diferentes modos de conducción accesibles mediante un «manettino».

El modo Novice permite rodar hasta 20 kilómetros por hora; el modo Confort incrementa la velocidad hasta los 45 por hora; y Sport y Circuito ofrecen mayor aceleración y velocidad punta, hasta 60 por hora . Los discos de freno son de Brembo, y además se ha instalado un freno de mano hidráulico.

El principal cambio con el original, no obstante, será su tamaño, dado que se construirá a un 75% de la escala del 250 TR. Para su desarrollo, Ferrari ha contactado con la compañía especializada británica The Little Car Company, que ha trabajado en estrecho contacto con el centro de estilo de Maranello y con su departamento de coches clásicos.

El interior es capaz de alojar a un adulto y un adolescente en una banqueta única. El conductor se sentará ante unos controles idénticos a los del modelo original, adaptados, eso sí, a la nueva mecánica eléctrica . El cuero que recubre el asiento es el mismo que se utiliza en la actual gama de Ferrari, y el volante está fabricado por Nardi, la misma empresa especializada que suministró al modelo original de 1957.

Los relojes son idénticos a los originales, aunque se han adaptado para la conducción eléctrica, y los medidores de agua y aceite muestran ahora la temperatura de la batería y la del motor, mientras que el medidor de combustible muestra la autonomía restante. El pedalier procede del F8 Tributo, mientras que los neumáticos han sido fabricados por Pirelli, adaptados a una medida de 12 pulgadas. La suspensión ha sido desarrollada por Bilstein y puesta a punto por los conductores de pruebas de Ferrari en el circuito de Fiorano.

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