Cómo sacar partido al coche eléctrico durante las vacaciones
Conviene vigilar las aceleraciones y frenadas par conservar y no malgastar energía, y seleccionar las horas 'valle' para cargar la batería al menor precio posible
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Los coches eléctricos están ganando terreno, sobre todo entre las personas que los utilizan como vehículo urbano, para el día a día. Seguir unas pautas de conducción diferentes a las de los coches de combustión es importante para lograr una mayor autonomía y aprovechar la capacidad de las baterías. Si esto es importante en ciudad, todavía lo es más cuando, en verano, intentemos hacer un viaje de largo recorrido con un coche eléctrico, tanto su es puro como híbrido enchufable.
Debido a que este tipo de automóviles están ganando cada vez más adeptos en nuestro país, ya que en 2021 la matriculación aumentó un 42% según AEDIVE y en el primer semestre de 2022 los eléctricos de renting han incrementado en 17,35% en comparación con junio del año pasado, sacarles el mejor partido es fundamental para viajar con ellos con todas las garantías posibles.
Por ello los expertos de Northgate nos ofrecen una serie de recomendaciones para que los conductores puedan conducirlos de la manera más eficiente posible de cara a los desplazamientos vacacionales característicos del mes de agosto.
Optimizar consumos en el coche eléctrico
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Climatizar el coche antes e iniciar la marcha. Mientras se realiza la carga completa del automóvil, es recomendable ir climatizando el interior para que la temperatura sea la adecuada cuando se inicie el viaje y así no consumir energía extra nada más comenzar nuestra ruta. De este modo, el conductor y los pasajeros ya pueden dar el pistoletazo de salida al trayecto con la temperatura ideal.
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Frenadas regenerativas. Una de las ventajas de los coches eléctricos es que pueden recuperar parcialmente la energía al realizar una conducción inteligente. Al frenar o dejar de acelerar, logran aumentar pequeñas cantidades de energía al conseguir que el movimiento se transforme en energía nueva para el vehículo. Esto supone alargar de manera eficiente el consumo y duración de la batería, lo que supone retrasar mínimamente la necesidad de realizar una carga completa.
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Modo ECO. Si este modo de conducción es interesante aplicarlo en vehículos de combustión, lo es aún más en los eléctricos. Aunque se pueda pensar que el modo ECO es mejor usarlo en zonas urbanas, también puede ofrecer muy buen rendimiento en desplazamientos largos. Al aplicar esta opción, el sistema adapta la respuesta al acelerador y la potencia entregada por el motor, lo que repercute en un ahorro de energía que los usuarios notarán tanto en la autonomía del vehículo, los tiempos de recarga y, por ende, en el gasto.
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Uso del acelerador. Una de las características de los vehículos eléctricos es que pueden aportar todo su potencial de aceleración de golpe, a diferencia de los de combustión, lo que afecta directamente al consumo de las baterías. Por ello, es muy importante acelerar suavemente al arrancar en un semáforo, un ceda el paso o un Stop, por ejemplo, para cuidar al máximo la carga del coche.
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Al conducir en trayectos largos por autovías o carreteras secundarias, también hay que vigilar la velocidad ya que cuanto mayor sea, mayor será el consumo igualmente. No hay que olvidar tampoco que no es lo mismo realizar un recorrido llano o cuesta abajo que con pendientes o subidas, ya que en este último caso el esfuerzo que tiene que realizar el vehículo eléctrico es mayor y, en consecuencia, habrá un aumento del consumo de la batería.
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Ayuda de las App. Si lo que los conductores buscan es sacar el mayor rendimiento al coche eléctrico, lo pueden hacer con su teléfono inteligente. Mediante aplicaciones específicas, que cualquier usuario puede descargar en sus dispositivos, se puede monitorizar mucha información del vehículo eléctrico. De este modo se puede optimizar al máximo el uso y consumo del automóvil.
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Por ejemplo, conocer las estaciones de recarga más cercanas, saber el nivel de carga de las baterías, iniciar la climatización el coche antes de arrancar o pagar por la propia recarga del coche son algunas de las ventajas que ofrecen estas apps y que no solo ayudan a planificar con antelación, sino a llevar una gestión mucho más eficiente y controlada de todo lo que tiene que ver con el vehículo.
Por supuesto, no solo hay que conocer el punto de salida y de llegada, sino todo el recorrido y el tipo de trayecto a llevar a cabo cuando se trata de un coche eléctrico. El motivo principal es saber los puntos de recarga que haya en el camino en el caso de necesitar cargar la batería. En España cada vez hay más estaciones para poder cargar la batería al 100% y se espera que en 2023 haya más de 100.000 por todo el país.
Cómo se conduce un coche eléctrico
Como norma general los eléctricos suelen ser automáticos y por lo tanto, más fáciles y cómodos de manejar , algo que puede sorprender al principio a los conductores acostumbrados a la transmisión manual. Sin embargo, cuidado, porque la fuerza inicial es instantánea y, en consecuencia, la aceleración es mayor que en un vehículo de combustión tradicional, lo que hace que vayan a máxima potencia partiendo desde cero revoluciones. Por esta razón, hay que conducir con suavidad, sobre todo en los primeros metros de trayecto, acelerando de forma suave y progresiva.
Otro aspecto clave es que la eficiencia energética se convierte en un aspecto central, y aprender a optimizar el funcionamiento de la batería puede hasta convertirse en un juego. Los últimos modelos de eléctricos vienen equipados con un sistema de recuperación de energía que recarga parcialmente las baterías al soltar ligeramente el acelerador, con lo que la velocidad se reduce en el momento que se levanta el pie del acelerador. Si estuviéramos en un coche convencional, esta acción sería el equivalente a pisar con suavidad el freno .
En un coche de combustión tradicional, se recomienda llevar una temperatura que no supere los 22 grados para no aumentar el consumo de combustible. En el caso del eléctrico, hay que tener en cuenta que la autonomía del vehículo se puede ver afectada dependiendo de la conducción y del uso de calefacción o climatizador, para que estos afecten lo menos posible a la autonomía se recomienda utilizar los sistemas automáticos de conexión . De esta forma, cuando se vaya a usar el coche estará ya a la temperatura adecuada y el climatizador sólo tendrá que mantenerla. Es mucho más eficiente programar desde una App que el coche alcance la temperatura deseada mientras está enchufado a la red que si encendemos el climatizador una vez que hemos iniciado el viaje, y por lo tanto estamos usando la energía acumulada en la batería para lograr la temperatura deseada. Las diferentes App desarrolladas por las marcas y compañías eléctricas nos permiten además cargar el coche y climatizar su interior en las horas de tarifa más baja.
La autonomía de los vehículos eléctricos es inferior a la de un vehículo tradicional, aunque muchos ya llegan a superar incluso los 600 km. Además requieren de una planificación anticipada de las rutas así como a tener en cuenta los puntos de recarga para aprovechar al máximo las cargas adicionales que se puedan realizar durante el día.