Coches que han marcado la historia de España (II)
Del Talbot Horizon y el golpe de estado al Ford Fiesta y Puerto Hurraco
Segundo capítulo con los ganadores del Premio ABC al Mejor Coche del Año, que cumple en 2022 medio siglo desde su creación, con los ganadores de 1981 a 1990
Segundo capítulo con los ganadores del Premio ABC al Mejor Coche del Año, que cumple en 2022 medio siglo desde su creación. Repasamos los vencedores de de 1981 a 1990.
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1981 - Talbot Horizon
Muchos jóvenes de la época recordarán al Talbot Horizon porque durante años fue el coche de la Policía Nacional. Nació en el año en el que España vio peligrar su joven democracia con el intento de golpe de Estado del 23-F. En la radio del coche sonaban éxitos como 'Déjame' de Los Secretos, 'Salta' de Tequila o 'Amor Mediterráneo' de Bertín Osbone. La tasa de paro era del 14% y el salario mínimo era de 25.000 pesetas.
Eran tiempos de cambio dentro de la factoría de Villaverde en Madrid. Renacía la marca Talbot, gloriosa en tiempos pasados, que se reencarna con el Horizon, creado para intentar competir con el Volkswagen Golf, que comenzaba su carrera de éxito comercial. El Horizon era un coche construido sobre la base del anterior Simca 1.200, de tamaño medio, pero con una estructura de dos volúmenes y un diseño que lo hacían muy amplio en su interior. Tenía una variada gama de motores de gran rendimiento, especialmente los diésel, además de venderse a un precio muy asequible, por unas 634.000 pesetas. Un Golf equivalente costaba nada menos que un millón de pesetas.
La votación : El Peugeot 505 se queda con el segundo puesto. La tercera plaza es para la versión diésel del Seat Ritmo
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1982 - Ford Escort
La crisis económica planea sobre el mapa de España. La reconversión industrial promovida por el Gobierno de Felipe González deriva en un importante crecimiento de las cifras del paro. Naranjito y el Mundial de Futbol ayudan a animar a una sociedad española que se emocionaba en los cines a ver a 'ET'. Se buscan coches de bajo consumo, ya que la gasolina súper está a 96 pesetas el litro, es decir, unos 0,577 euros
El éxito del Ford Fiesta, el modelo con el que se inauguró la fábrica de Ford en España, empujó a la marca a su segundo vehículo 'made in Spain'. El Escort se convertía así, en la ya tercera generación del modelo, en el segundo turismo que salía de la planta de Almusafes, que entró en producción en 1976. El Escort aportaba una magnífica terminación interior y una completa gama de posibilidades, entre las cuales se contaba un coupé y, posteriormente, un descapotable.
Inicialmente se comercializó con tres posibles cilindradas, 1..1; 1.3 y 1.6, y con cuatro acabados, desde e más básico denominado GL hasta el más lujoso denominado Ghia. La versión más deportiva, que en España montaba la carrocería de dos puertas y lucía un llamativo alerón posterior, recibió el nombre de XR3. Esta versión más potente llegaba hasta los 96 CV, con un peso de alrededor de 800 kilos. Entre las principales virtudes de este coche, según destacaba sus buenos acabados y las opciones en el acabado más lujoso, un consumo discreto, con un motor muy elástico y unos frenos excepcionales. Sus principales defectos eran una suspensión excesivamente dura que penalizaba la comodidad especialmente de las plazas traseras. Ha sido uno de los grandes hitos de Ford en el mundo, equiparable a su sucesor, el Focus. El Escort de 1982 costaba 1.239.000 pesetas.
La votación : El Talbot Solara (versión de 4 puertas del Talbot 150) obtenía el segundo puesto, y el Citroën Visa el tercero
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1983 - Renault 9
En la undécima edición del galardón participaron un total de 72 periodistas, que tuvieron que evaluar los conceptos confort, estética, acabado, seguridad, relación prestaciones-consumo y economía precio-mantenimiento. Para ello debían repartir quince puntos entre los tres coches, con un mínimo de un punto por categoría y un máximo de nueve, en aras de garantizar la competitividad del premio.
Volvía el clasicismo de la mano de Renault con su modelo R-9, considerado como un valor seguro. Se trataba de un tradicional coche de tipo medio, con sus tres volúmenes claramente diferenciados. Posteriormente, su hermano, el 11, aportaba un portón posterior. Fue otro de los éxitos de la marca del rombo, que lo colocó como número uno en ventas durante varios años. El precio no llegaba al millón del pesetas: se quedaba en sus versiones básicas en unas 931.000. Entre otras curiosidades fue el primer Renault en montar un motor transversalmente, ya que hasta es fecha la firma del rombo prefería equipar a sus modelos con motor en posición longitudinal (la excepción fue el Renault 14, con un motor no obstante de origen Peugeot).
La votación : El Renault 9, con 2,343 puntos, se impuso al Opel Corsa y al Talbot Samba
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1984 - Citroën BX
Citroën siempre ha destacado por sus diseños arriesgados. En los años 80 llegó el turno de sustituir a un coche tan particular como el GS, y el nuevo modelo también iba a suponer una revolución por su diseño, apostando de nuevo por un coche de dos volúmenes y cinco puertas para dar servicio a las familias. Llamó la atención por sus líneas rectas y angulosas, fruto del diseño futurista del diseñador de Bertone, Marcello Gandini.
Al volante, el Citroën BX se reveló como uno de los vehículos más confortables y prestacionales de su época. Su suspensión hidroneumática, marca de la casa gala, garantizaba un comportamiento en carretera sin rival, mientras que su amplia gama de acabados y motores le permitieron llegar a un público diverso. En 1988 entró aún más en la leyenda con su versión GTi, equipada de un motor de 16 válvulas, capaz de desarrollar 160 CV DIN y de alcanzar una velocidad punta de 218 Km/h. En el exterior, respetó señas de identidad de Citroën, como el limpiaparabrisas con una sola escobilla, introducida en el Citroën CX, o la arquitectura cinco puertas del Citroën GSA.
La votación: el Volkswagen Golf se conformaba con la segunda posición, y el Fiat Uno con la tercera.
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1985 - Peugeot 205
En los 80, tener un coche era símbolo de libertad y un icono de moda. Sobre todo, con vehículos como el Peugeot 205, quizá el más icónico de los coches de la década. Tanto, que más de 30 años después, aún se ve circular alguno de ellos por las carreteras españolas. Peugeot demostró con este modelo que se podía hacer un utilitario asequible, con un diseño atractivo, un acabado de calidad, amplio y divertido.
El Peugeot 205 destacaba por su original diseño exterior, que Gérard Welter definió con trazos sencillos pero de gran personalidad y elegancia. El interior estaba creado con esmero y a semejanza de coches de categorías superiores. En marcha enamoraba por su dinamismo. Y con el tiempo, convenció por su proverbial fiabilidad. Técnicamente destacaba por su ligereza, robustez y chasis, que le conferían un gran comportamiento que, desde entonces, forman parte del ADN de la familia 200. Se ofreció con carrocería de tres y cinco puertas, y descapotable. Y tuvo versiones míticas, germen de sus éxitos en competición. El 205 GTI marcó un antes y después entre los utilitarios deportivos; con un afinado bastidor y un motor más potente (1.6 de 105 CV y 115 CV; y 1.9 con 130 CV). La gama también sirvió de banco de pruebas para el desarrollo de los coches eléctricos, con el 205 Electrique.
La votación : El 205 se impuso a modelos como el Seat Ibiza 2, el Renault Turbo, el Citroën Visa 1.7D o el Talbot Solara. El jurado destacó sus prestaciones y originalidad
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1986 - Seat Málaga
La edición de 1986 trajo también un cambio en la elección del Mejor Coche del Año. Se optó, junto a los más de cincuenta jurados de medios especializados de toda España, introducir un nuevo sistema de votación inspirado en la elección del Coche del Año en Europa. Cada jurado repartiría en adelante 25 puntos, pero sin poder entregar puntuaciones superiores a los diez puntos. El objetivo: eliminar los conceptos más subjetivos.
El Málaga fue el primer producto propio de la nueva Seat, ya desligada de Fiat, aunque en realidad no era otra cosa que un Seat Ronda 'con culo'. Pretendía ser un coche medio en capacidad y potencia de motores a un precio muy asequible. Su triunfo fue lograrlo en unos momentos industrialmente muy difíciles para la compañía, y convertirse en el medio de transporte ideal para quienes precisaban un cuatro puertas con una tarifa ajustada (1.098.000 pesetas aproximadamente) y bajo consumo. En la votación del Mejor Coche del Año curiosamente el Málaga no fue el coche más votado, aunque sí obtuvo más puntuaciones máximas que su gran rival, el Supercinco.
La votación : El Renault Supercinco lograba el segundo puesto, el Ford Scorpio la tercera posición y el Mercedes 124 la cuarta.
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1987 - Renault 21
Cuatro años después del triunfo del Renault 9, la casa gala volvía a alzarse victoriosa con el sucesor del R-18. Y prácticamente lo hizo por unanimidad, tras seducir a la inmensa mayoría del medio centenar largo de miembros del jurado. El modelo cosechó trescientos puntos, frente a los 183 del segundo clasificado, el Opel Kadett. Un modelo que entonces se ensamblaba en Figueruelas (el R-21 se hacía en Valladolid) y que también tuvo buena aceptación.
Renault ha sabido siempre dar en el clavo en lo que se refiere a las necesidades sobre ruedas de las familias españolas. Sustituto del R-18, el R-21 trataba de cubrir el mismo segmento que su antecesor, y lo logró plenamente. Como es costumbre en la casa, los tres volúmenes volvieron a imponerse durante la mayor parte de la vida de vehículo. Por su buena habitabilidad, fue muy aceptado en el transporte público, auque su precio (1.740.000 pesetas) se acercaba peligrosamente a la barrera de los dos millones. Diseñado por el italiano Giorgetto Giugiaro, montaba mecánicas longitudinales.
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1988 - Citroën AX
El AX nació fruto de la reflexión sobre el futuro de la movilidad y de la búsqueda de soluciones que redujeran al mínimo el consumo de combustible. Una preocupación que surgió tras la crisis del petróleo de 1979 y en un contexto en el que el precio del barril se encareció un 270%, y que se reflejó también en muchos de los coches de la época, centrados en ofrecer unos niveles de consumo bajos y un espacio optimizado.
Pensado para sustituir al Citroën Visa y a todo un mito como el Citroën 2CV, el AX cumplió con creces sus objetivos, con más de 2.400.000 vehículos producidos. Sus virtudes eran muchas: una estética rompedora, aerodinámica y bajo peso para reducir al máximo el consumo, motores innovadores, habitáculo optimizado, bajos costes de mantenimiento… La optimización del espacio interior, con un maletero de 273 litros pese a sus dimensiones compactas, un confort en los mejores niveles de la marca y los bajos costes de mantenimiento eran otras de sus grandes bazas. En el AX todo era nuevo: desde los bajos del vehículo a los motores, con el estreno de las mecánicas de gasolina TU de 4 cilindros, que marcaron época por su fiabilidad y prestaciones. Tuvo incluso una versión eléctrica, con batería de níquel.
La votación . El «pequeñín» de la fábrica de Vigo se enfrentó a rivales de peso como el Audi 80 y el Opel Senator
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1989 - Renault 19
Desde las primeras votaciones recibidas, a lo largo del mes de noviembre de 1989, quedó claro que el Renault 19 no iba a tener rivales. No solo por sus muchas cualidades, sino porque era el único de los seleccionados que se fabricaba en España, lo que le suponía una importante ventaja en términos de precio, frente a rivales como el Opel Vectra, el BMW Serie 5 o el Alfa Romeo 164, lastrados por el impuesto de fronteras.
Cada vez que lanzaba un modelo, Renault conquistaba grandes cotas de popularidad. El R-19, el último Renault en llevar un número por nombre, representó una inmejorable alternativa en su tiempo dentro de la categoría de los turismos de tipo medio y con una gran habitabilidad interior, favorecida por el portón posterior que da acceso al maletero. La fiabilidad de sus motores son otra de las bazas que tuvo en cuenta el jurado a la hora de la decisión final. Fue el resultado del programa de desarrollo Proyecto X53 cuyo reto era mantenerse como líder del segmento C. El desarrollo comenzó en noviembre de 1984. Se fabricó, entre otros lugares, en Palencia.
La votación : El R-19 se impuso al Opel Vectra y al Fiat Tipo en la votación del galardón
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1990 - Ford Fiesta
En la edición de 1990 el número de jurados del premio creció notablemente, del medio centenar largo de ediciones anteriores a noventa y dos. La mayoría coincidió en resaltar las virtudes del Ford Fiesta, «evolución lógica del coche con el que la firma americana inauguró sus instalaciones de Almusafes», escribió entonces el periodista Carlos de Miguel, que también destacó su completa gama de variantes y su gran versatilidad.
A la segunda va la vencida. Se corrigió así una de las pocas injusticias de anteriores elecciones. El Fiesta había sido todo un hito dentro de la automoción española, y un acontecimiento industrial por ser el primer vehículo salido de la planta de Almussafes. El rediseño introducido este año le daba el aire de modernidad que necesitaba el primitivo dibujo, pero mantenía los altos niveles de calidad en la fabricación que había impuesto Ford desde su llegada a España. El precio del utilitario rondaba 1.084.000 pesetas en su momento. En un principio fueron montadas varias mecánicas a carburación: los motores 1.0, 1.1 y 1.3 HCS-Valencia y los 1.4 y 1.6 CVH en las versiones 1.4S y 1.6S.
La votación . El renovado Fiesta se impuso a modelos como el Renault 21, el Chamade o el Fiat Uno