Volkswagen cifra en 25.000 las ventas perdidas en España por la crisis del diésel

Luca de Meo avanza que el grupo realizará «inversiones millonarias» en los próximos años en nuestro país para afrontar la revolución del sector automovilístico, pero reclama un entorno de estabilidad

Unai Mezcua

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Las ventas de automóviles nuevos acumulan siete meses consecutivos de descenso, con España liderando las caídas en Europa. Entre los principales motivos, los fabricantes apuntan a la crisis que atraviesa el diésel, que ha pasado de suponer el 70% de las matriculaciones en 2010 a apenas el 26,9% durante el pasado mes de marzo.

Solo en los dos primeros meses del año se han dejado de vender unos 25.000 coches por la incertidumbre generada entre los consumidores, según cálculos del Grupo Volkswagen, que este martes ha celebrado una conferencia para difundir los resultados de sus empresas en España.

«Debido a esta incertidumbre se ha perdido un mercado de unos 25.000 coches en lo que va de año», explicó Francisco Pérez Botello , CEO de Volkswagen Group España Distribución. Una tecnología que, según Botello, «se ha criminalizado injustamente y sigue siendo válida».

El repentino declive del gasóleo, minado por el escándalo de manipulación de emisiones Dieselgate y por las declaraciones políticas que aseguraban que tiene «los días contados», se ha producido en un momento especialmente delicado para la industria automovilística, en fase de desplegar una nueva oferta de vehículos eléctricos e híbridos que permitan cumplir con los exigentes objetivos de emisiones impuestos por la Unión Europea a partir de 2021. Precisamente ha complicado a los fabricantes cumplir con las nuevas metas, medidas en términos de CO2. Un contaminante que los coches de gasóleo emiten menos que sus homólogos con idéntica motorización en gasolina.

«Es un momento muy delicado para la industria en el que se conjuga la necesidad de invertir con el pago de posibles multas», aseguró Luca de Meo , presidente de Seat y máximo representante de las empresas del grupo Volkswagen en España. Una transformación que, avisó, « no sale gratis », y que supondrá, entre otras cosas, que los vehículos serán «más caros» en el futuro.

A pesar de ello, el directivo constata que en términos industriales «la base en España es buena», y descartó que haya planes de reducir el empleo a medio plazo. Más al contrario, avanzó que el grupo se encuentra cerrando el próximo plan quinquenal de inversiones, que avanzó que será «millonario», ya que el anterior, - anunciado en 2015 y que supuso la mayor inversión industrial en la historia de España -, se ha terminado antes de agotarse el plazo previsto. Aunque no concretó ninguna cifra, apuntó a que se tratará de «miles de millones, y no de cientos».

Plan a largo plazo

«Estamos asistiendo a la reinvención del automóvil, y se están tomando decisiones para la próxima década», afirmó De Meo, que pidió « un entorno estable que propicie una transición ordenada bajo la premisa de la neutralidad tecnológica». Para ello, el directivo pidió considerar la automoción (que supone el 10% del PIB español) como un «proyecto de país», y solicitó a las fuerzas políticas «un plan con objetivos a 25 ó 30 años que permita invertir».

A medio plazo, De Meo resaltó la apuesta de Seat por el biogás y por la micromovilidad, aunque hizo hincapié en que el futuro del sector pasa por la electrificación. Para que ésta llegue a las factorías españolas -«que no están en una posición fácil porque las decisiones se toman fuera», insistió- considera necesario que surjan fábricas de baterías en nuestro país. «No puede haber una para toda España; tienen que estar cerca de las fábricas porque transportarlas no es fácil».

Una vez salvado el obstáculo no menor de la falta de baterías en Europa, el grupo no prevé grandes dificultades para adaptar sus factorías a la producción de eléctricos. «Una fábrica de vehículos convencionales necesita adaptarse para fabricar eléctricos, pero no es un proceso tan difícil», aseguró Emilio Sáenz, presidente de Volkswagen Navarra, quién no obstante alertó de que «España ya no es un país barato para producir dentro de Europa, por lo que no nos podemos descuidar para mantener la competitividad».

24.500 empleados

Las empresas del Grupo Volkswagen facturaron en España en 2018 un 6,2% más, hasta 18.465 millones de euros. Una cifra que supone el 1,5% del PIB español, y que incluye las ventas de Volkswagen Group España -Volkswagen, Skoda, Audi y VW Comerciales-, Volkswagen Navarra, Porsche Ibérica, Volkswagen Financial Services, Scania Hispania, Italdesign Giugiaro Barcelona, Man Iberia, y Audi Tooling Barcelona.

El grupo, que emplea a 24.500 personas en España, cerró el pasado ejercicio como líder del mercado de turismos , con 297.278 matriculaciones, un 11,7% más. Por marcas, Seat y Volkswagen ocuparon las dos primeras posiciones del ranking de ventas, mientras Skoda y VW Vehículos Comerciales alcanzaron sendos récords de ventas. Audi, por su parte, sumó su vigesimo año consecutivo como líder del mercado premium. Las enseñas de vehículos industriales del grupo también registraron resultados muy positivos, con Man y Scania comercializando uno de cada cuatro camiones y uno de cada tres autobuses matriculados en 2018.

De su lado, las factorías de Martorell y Volkswagen Navarra (Landaben) ensamblaron un tercio de los turismos y todoterrenos fabricados en España; y exportaron por valor de 11.211 millones de euros, el 3,9% del total de las ventas españolas al exterior. En cuanto a la inversión en I+D, el grupo se posicionó como primer inversor del país, con un gasto de 1.300 millones, que supuso el 4,7% del total nacional.

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