Thomas Ulbrich (Volkswagen): «El coche eléctrico no costará como uno diésel o gasolina hasta 2023 ó 2024»
El grupo Volkswagen necesita vender 150.000 eléctricos en 2020 para esquivar las multas de Bruselas. Este lunes comenzó la producción del nuevo ID.3 en la factoría de Zwickau, mientras Alemania debate cómo apoyar a su industria en la transición hacia la electromovilidad, con ayudas de hasta 6.000 euros por vehículo

A partir del año próximo, todos los fabricantes deberán cumplir con un exigente objetivo de emisiones en la Unión Europea, o prepararse para afrontar cuantiosas multas en 2021. El grupo Volkswagen , a través de sus marcas Porsche, Seat, Skoda, Audi y Volkswagen, deberá vender 150.000 vehículos eléctricos en 2020 para no afrontar sanciones, según calcula Thomas Ulbrich , responsable de movilidad eléctrica de Volkswagen, así como del desarrollo de la plataforma eléctrica MEB.
Desde el 1 de enero de 2020 el 95% de la gama de cada fabricante no podrá superar un límite específico de emisiones, de acuerdo a sus ventas y a la masa de sus vehículos. A partir de 2021, el cumplimiento será obligatorio para todos sus vehículos. De media, este límite se cifra en 95 gramos de CO2 para cada fabricante (96 gramos en el caso de Volkswagen), lo que equivaldría a un nivel de consumo de 4,1 l/100 km en un coche de gasolina o de 3,6 para un diésel . Cifras imposibles de alcanzar vendiendo solo modelos de combustión, lo que obliga a vender coches de cero emisiones, es decir, eléctricos.
"Necesitamos vender 150.000 coches eléctricos , 100.000 de ellos con la plataforma MEB", aseguró Ulbrich durante un encuentro con periodistas tras el acto de inicio de producción del ID.3 , el primer eléctrico "para las masas" del grupo. El ID.3 estrena la plataforma MEB, con la que Volkswagen quiere reducir los costes de los vehículos eléctricos gracias a una mayor escalabilidad. "En Alemania -donde las ayudas estatales son cuantiosas-, el ID.3 tiene un precio similar a un Golf diésel. En otros segmentos inferiores la equiparación en costes no se logrará hasta 2023 ó 2024 ", prevé.
Obligaciones aparte, el directivo se muestra convencido de que la movilidad eléctrica es el futuro. "Estamos en el inicio de un cambio de paradigma", asegura. A los políticos, les pide colaboración, y valora muy positivamente el plan de apoyo conocido esta semana en Alemania. El lunes, tras la inauguración de la planta de Volkswagen, la canciller Angela Merkel se reunió con los principales fabricantes del sector, con los que se comprometió a incrementar hasta 6.000 euros las ayudas para comprar vehículos eléctricos con precios inferiores a 40.000 euros; y hasta 4.500 para los híbridos enchufables. Además, el país construirá 1.000.000 de puntos de recarga en 2030, tras una inversión de 3.500 millones de euros . "Necesitamos una buena cooperación con las autoridades, es la única manera", afirma Ulbrich.
Por ahora, cinco fábricas en Europa, cuatro en Alemania y una en República Checa, son las que el grupo adaptará para la producción de vehículos eléctricos. La primera ha sido la de Zwickau, en Sajonia, donde se produce el ID.3 y se fabricarán otros dos modelos de Volkswagen, dos de Audi y uno de Seat con emisiones de carbono neutras, ya que Volkswagen empleará energías renovables y compensará, invirtiendo en proyectos sostenibles, aquellas emisiones que no pueda evitar. La planta española de Landaben, en Navarra, donde se produce el Polo y el T-Cross, deberá esperar a una siguiente fase, aunque Ulbrich considera lógico que los fabrique en el futuro cuando se profundice en el proceso de transformación del grupo. Pero " aún no hay decisiones tomadas ", incide.
Un proceso que, al menos en Alemania, donde así se ha acordado con los sindicatos hasta 2029, se hará sin recortar el empleo, a pesar de la mayor simplicidad de los coches eléctricos. " La transición será un proceso largo, y hay que tener en cuenta la evolución demográfica de las plantillas de las factorías", asegura. Otra cosa, diferencia, serán las factorías de componentes, que deberán reinventarse para producir nuevos elementos, como baterías. Ejemplo de ello es la de Salzgitter, también en Sajonia, donde el grupo producirá sus propias baterías a partir de 2023, en colaboración con la sueca Northvolt.
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