Los sindicatos, «vigilantes» con las nuevas normas sanitarias: «Si no hay protección, no se trabaja»
UGT no prevé grandes problemas porque todos en el sector «tenemos claro que la prioridad es la salud», aunque sí ha habido fricciones. CC.OO. tampoco cree que haya dificultades en las pequeñas y medianas empresas, «y pondremos el ojo en las pequeñas», advierte Agustín Martín, secretario general de industria
Las factoría españolas de automoción y la industria auxiliar ya se preparan para su reapertura. En su mayoría, entre finales de abril y principios de mayo, aunque Renault, Michelin o Bridgestone ya han empezado esta semana a retomar un mínimo de actividad. La base para ello es el «Protocolo de protección y prevención laboral de los trabajadores para recuperar la actividad industrial» acordado, el domingo, por Anfac (fabricantes), Sernauto (proveedores) y Faconauto (concesionarios) con los sindicatos UGT y CC.OO.
El documento, que cuenta con el beneplácito de los ministerios de Industria, Sanidad y Trabajo, establece un amplio espectro de actuaciones, sentando un marco general que luego cada centro productivo debe completar junto con el comité de empresa y los comités de Salud Laboral. En algunos, la aplicación de las nuevas medidas ha derivado en fricciones.
«En muchos casos el problema que ha habido es que las empresas han intentado ir unilateralmente, llamando a los trabajadores y comunicando la intención de volver a trabajar», explica a ABC Jordi Carmona , secretario de industria automovilística de UGT FICA. En la factoría de Seat en Martorell, por ejemplo, CC.OO. y UGT han denunciado ante la Inspección de Trabajo que la empresa enviara al personal no ligado a producción una carta avanzando los pasos para su reincorporación, antes de que se celebrara, ayer, la reunión del comité intercentros para fijar las nuevas medidas de protección. Algo que, según la dirección, fue un «maletentendido», ya que se buscaba trasladar certidumbre a la plantilla.
El documento consensuado el domingo recoge precauciones de higiene personal; controles y comprobaciones de temperatura en los accesos así como reglas para el desempeño en las líneas de producción respetando las distancias de seguridad –de dos metros–. También incluye otras recomendaciones como, por ejemplo, que los proveedores externos utilicen inodoros distintos a los trabajadores, y la prohibición de los viajes no esenciales.
Preguntado sobre si hay escasez de equipos de protección, Carmona asegura que, aunque sí se ha optado, lógicamente, por priorizar el suministro al personal sanitario, «no nos consta» carencias en las plantas. En cualquier caso, señala, «no vamos a permitir que con esa excusa los empleados trabajen» si no hay protecciones. «Vamos a exigir que si no hay EPI los trabajadores no van a trabajar, no va a valer cualquier excusa». Según detalla, «donde hay comités de empresa serán estos los que vigilen que se cumplan los protocolos». Los sindicatos y los ministerios de Trabajo, Sanidad e Industria velarán también por su cumplimiento en las compañías donde no haya representación. « Vamos a estar encima . Habrá comisiones de seguimiento para que se cumplan rigurosamente». No obstante, cree que no habrá grandes problemas en las negociaciones de los protocolos de cada instalación. «Tienen clara que la prioridad es la salud», resalta. En este sentido, las patronales europeas Acea y Clepa firmaron ayer un código de conducta en el que establecen «mantener como prioridad la seguridad de los empleados, discutiendo con los sindicatos las condiciones para el reinicio».
En Martorell, por ejemplo, las recomendaciones generales se han ampliado con medidas como la limitación al 50% de los autocares que trasladan a la plantilla o la creación de un «observador» que vele por el cumplimiento de las normas y se encargue de facilitar los medios de limpieza y los Equipamientos de Protección Individual (EPI) necesarios. Los empleados recibirán, asimismo, dos mascarillas al día.
Comisiones Obreras tampoco cree que haya problemas en las pequeñas y medianas empresas. «Nadie va a arrancar sin las medidas necesarias. A nadie le sorprende y ademas estamos acostumbrados a trabajar con los cascos y ropa de trabajo», detalla Agustín Martín, secretario general de industria del sindicato. «En la pequeña empresa es donde puede haber mas dificultades y ahí pondremos el ojo. Nuestra posicion la hemos dejado muy clara. Donde no se cumplan los equipos no se trabaja, porque se incurriría en un delito contra la salud pública».
Retorno gradual
La dirección de la planta de Martorell acordó ayer con los sindicatos una vuelta «gradual» en tres fases. Primero trabajará un turno por cada línea, el de mañana, con hasta 271 coches al día, un 33% de la producción habitual. No acudirán los trabajadores «especialmente sensibles»: mayores de sesenta años, embarazadas y con patologías como cáncer o enfermedades del corazón, pulmón o diabetes. En la segunda fase, el ritmo de trabajo se incrementaría hasta el 66%, con 640 coches al día. Aunque no se anunció el día en que se volverá a iniciar la producción, no está previsto que sea antes del 27 de abril.
El sector cree que el mercado se mantendrá débil en lo que resta de año, con caídas en las ventas del 30 y el 35%. «El elemento central, más que si el arranque es precipitado o no, es que por mucho que se arranque no hay mercado donde vender , salvo el exterior», resalta Agustín Martín, de CC.OO. «Estamos ante un re arranque de la actividad muy precario. Nadie prevé que el auto se vaya a poner a trabajar al cien por cien (en el corto plazo)». En este sentido, el director general de Anfac, José López-Tafall , avanzó a Ep que los ERTE aplicados por las factorías, de causa mayor, «probablemente tendrán que ir sustituyéndose por ERTE de causas organizativas». PSA Vigo, por ejemplo, ha propuesto uno hasta final de año.
