El renting acelera en España: ALD facturó un 30,6% más en 2018
La compañía gestiona una flota de casi 110.000 vehículos, y planea ofrecer servicios cada vez más flexibles porque el cliente «cada vez tiene menos compromisos», como explica su director general, Pedro Malla
En tiempos de incertidumbre las fórmulas flexibles atraen la atención de los conductores. Prueba de ello son los resultados de ALD España, que aumentó su facturación un 30,6% en 2018 , en plena resaca del escándalo de fraude de emisiones Dieselgate y ante el aluvión de anuncios de restricciones a los coches de combustión a medio y largo plazo.
En este contexto la firma, participada mayoritariamente por Société Générale, aumentó su flota un 12%, hasta 109.606 vehículos, con una penetración de flota en el sector del 17,2%. Además, matriculó 31.864 vehículos, un 65% más.
«El cliente cada vez quiere menos compromisos y más libertad de elección», explicó su director general en España, Pedro Malla, en un acto en el que también participó el vicepresidente de la firma a nivel mundial, Gilles Bellemère.
En este sentido, Malla expuso que ALD está apostando por fórmulas de renting de tipo «muy flexible», que le permita adaptarse a las cambiantes circunstancias del entorno y de su vida personal.
Aunque la compañía espera que el renting a particulares, que supone un 4% de su negocio, continúe creciendo con fuerza, el núcleo continúa siendo el renting tradicional a empresas. Asimismo Malla detalló que un 8% de su flota se destina ya usos de renting flexible .
La compañía también ha acusado el descenso de la estima por el diésel, con un 20% de caída en las solicitudes el pasado mes de enero, pero aún así recuerda que la cuota de mercado de éste combustible es mucho más alta que la del mercado general (79,1%). «La gente nos pregunta por un gasolina, pero cuando se le explican las ventajas del diésel acaba prefiriéndolo», explicó.
A nivel global, el grupo está ya presente en 43 países, con más de 1.660.000 vehículos, un 10%. Para este año se enfocará en continuar con el proceso de digitalización, aunque abriéndose a nuevas soluciones, como el car-sharing, eso sí, con enfoque corporativo y no, al menos por ahora, a particulares.