Renault, Nissan y Mitsubishi concentrarán su producción y se reparten el mundo
Cada una de las marcas de la alianza liderará la región donde sea más competitiva. Se reducirá de ocho a cuatro el número de plataformas y cada nuevo modelo será concebido por uno de los fabricantes y replicado por los demás
Mayor unión, drástica reducción del número de plataformas y un nuevo esquema de producción para recortar costes y multiplicar la eficiencia. La Alianza formada por Renault, Nissan y Mitsubishi ha acordado este miércoles un nuevo modelo de cooperación con el que pretenden apoyar la competitividad y la rentabilidad de cada una de las compañías. Todo con el objetivo final, en palabras de Jean-Dominique Senard, presidente de Renault, de convertir el consorcio en « una de las compañías más poderosas y con mejor rendimiento del mundo ».
Para ello, Renault, Nissan y Mitsubishi se repartirán no solo el mundo, designando una marca líder en cada región en base a sus fortalezas, sino también el desarrollo de los nuevos modelos, que serán concebidos por uno de los fabricantes y replicados después por el resto, siguiendo un esquema de líder-seguidor. Con él, prevén reducir hasta un 40% la inversión necesaria para la producción de nuevos productos.
«El paisaje de la movilidad está cambiando rápidamente. La Alianza se centrará mas en mejorar la competitividad que en lograr volúmenes , aprovechando las fortalezas que ya existen para ir un paso más», afirmó Senard, en una rueda de prensa celebrada al mismo tiempo desde Boulogne-Billancourt, en Francia, y Yokohama y Tokio, en Japón, para dar voz también a Makoto Uchida, CEO de Nissan, y Osamu Masuko, de Mitsubishi. En ella, además del nuevo reparto geográfico y de producción, tanto Senard como Uchida dejaron claro que el futuro del consorcio pasa por una mayor integración, pero descartaron «totalmente» una fusión.
Nissan será el referente en China, Norteamérica y Japón; Renault en Europa, Rusia, Suda mérica y África: y Mitsubishi, en el sudeste asiático y Oceanía. Y habrá cambios de enorme calado en el desarrollo de modelos y oferta de nuevos productos. Si hasta ahora la Alianza se había fundamentado en realizar compras conjuntas para ahorrar costes, en adelante cada uno de los fabricantes que la integra se responsabilizará de los nuevos desarrollos, con el objetivo de doblar la cantidad de elementos comunes en los modelos , del 40 al 80% en 2024, y ahorrar más de 2.000 millones de euros mediante la estandarización de plataformas, carrocerías, sistemas de impulsión y tecnologías. El impacto de parte de dicho ahorro no se hará esperar, pues según explicó Clotilde Delbós, CEO interina de Renault hasta que el 1 de julio tome posesión Luca de Meo, el ahorro en backoffice y distribución «se puede alcanzar muy rápido».
El fabricante designado desarrollará un vehículo «madre» o líder, y vehículos «sister» o hermanos, que serán completados por equipos «followers» o seguidores del resto de fabricantes en base a las características específicas de cada marca, siguiendo una estrategia ya probada en el segmento de vehículos comerciales, que lidera Renault y replica Nissan. Para 2025, el 50% de los modelos de la Alianza se producirán siguiendo este nuevo esquema, que conllevará una reducción del número de plataformas de las ocho actuales a tan solo cuatro.
De ellas, dos serán lideradas por Renault , CMF-A y CMF-B e-PowerTrain, y las otras dos, CMF-C/D y CMF-EV, por Nissan, que iniciará el lanzamiento comercial de esta última con el futuro todocamino eléctrico Ariya. Mitsubishi aprovechará su experiencia en hibridación enchufable del Outlander encargándose del desarrollo de este tipo de vehículos en el segmento C y D.
Impacto en España
Aunque Nissan y Renault darán más detalles sobre la adaptación de sus factorías el jueves y el viernes en sendas conferencias de prensa, el nuevo esquema de producción adelanta cambios notables para sus plantas en España . Además del difícil encaje de la planta de Nissan en Barcelona, que produce modelos comerciales que ahora quedan bajo el liderazgo de Renault (y pick up, que se centralizarían en el sudeste asiático bajo el mando de Mitsubishi, y que también se producen desde este año en Sudáfrica), el consorcio asigna el liderazgo en la renovación del segmento C-SUV a partir de 2025 a Nissan.
Actualmente, el fabricante nipón produce el modelo Qashqai en su planta de Sunderland, en Reino Unido, mientras que Renault fabrica su correspondiente Kadjar en Palencia. De otro lado, la futura renovación del segmento B-SUV en Europa será liderada por Renault, que fabrica el Captur en Palencia, mientras que su equivalente de Nissan se hace igualmente en Sunderland.
El fabricante galo centralizará además en Francia el desarrollo y producción de modelos eléctricos . «Vamos a incrementar drásticamente neustra producción en Francia y la Alianza será el marco en el que trabajaremos», aseguró Senard. «Hace años ya anunciamos que produciriamos eléctricos en Francia con la plataforma común. Quiza una mayor competitividad lo haga también más atractivo a nuestos socios», amplió Delbós, que confirmó que un nuevo motor eléctrico de 100 kW será desarrollado y producido en el país para los modelos de los segmentos A y B.
En América Latina , las plataformas del segmento B se racionalizarán, evolucionando de cuatro variantes a una sola para los productos Renault y Nissan. Esta plataforma se producirá en dos plantas, cada una de las cuales producirá para Renault y Nissan. En el sudeste asiático y Japón, los miembros de la Alianza buscarán oportunidades seleccionadas bajo el mismo esquema, como la colaboración kei car entre Nissan y Mitsubishi Motors.
El mismo sistema de reparto se aplicará para el desarrollo de nuevas tecologías. Así, Nissan liderará la conducción autónoma. El futuro coche conectado corresponderá a Renault, basándose en la plataforma basada en Android, aunque Nissan hará lo correspondiente en China.
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