Renault anuncia este viernes su plan para recortar 2.000 millones en costes

Los movimientos con Nissan avanzan cambios para sus plantas en España

Planta de Renault en Villamuriel de Cerrato (Palencia) A. Quintero

U. Mezcua

Renault anuncia, este viernes, su plan de reducción de costes, del que estarán pendientes sus más de 11.000 empleados en España. Lo hará un día después de que su socio Nissan desvelara su propio plan a medio plazo, que llevará al cierre de su planta de Barcelona, el próximo diciembre, dentro de una estrategia para reducir su presencia en Europa y ahorrar unos 3.000 millones de euros.

El grupo francés ha avanzado que busca reducir los costes en 2.000 millones de euros en los próximos tres años. El miércoles, Renault y Nissan definieron las líneas maestras de la alianza que conforman con Mitsubishi. Cada fabricante se centrará en las regiones donde es más fuerte: Nissan en China, Norteamérica y Japón; Renault en Europa, Rusia, Sudamérica y África, y Mitsubishi, en el sudeste asiático y Oceanía. Su estrategia pasa por incrementar del 40 al 80% el número de elementos comunes de los modelos e incrementar la competitividad, reduciendo un 40% las inversiones necesarias para desarrollar nuevos modelos.

Uno de los socios será designado para desarrollar un vehículo «madre» en cada segmento, y vehículos «sister» o hermanos, que serán completados por equipos «followers» o seguidores del resto de marcas en base a las características específicas de cada una, y siguiendo un nuevo esquema de líder-seguidor. Antes de 2025 el 50% de sus vehículos se producirá de este modo. Y el incremento en el número de partes comunes facilitará tanto los trasvases de los diferentes productos entre factorías de Renault y de Nissan.

Los cambios ya anunciados en el seno de la alianza supondrán, en cualquier caso, impacto en las factorías españolas de Renault , puesto que se ha asignado el liderazgo en la renovación del segmento C-SUV a partir de 2025 a Nissan. Actualmente, el fabricante nipón produce el modelo Qashqai en su planta de Sunderland, en Reino Unido, mientras que Renault fabrica su correspondiente Kadjar en Palencia. Mientras, la futura renovación del segmento B-SUV en Europa será liderada por Renault, que fabrica el Captur en Palencia, mientras que su equivalente de Nissan se hace también en Sunderland.

La situación de las factorías de Renault en Valladolid y Palencia, cuya elevada competitividad siempre ha sido destacada por Renault, es muy diferente a la de la planta catalana de Nissan. Mientras que ésta produce por debajo del 20% de su capacidad, apenas 55.000 unidades en 2019, de las factorías españolas de Renault salieron en el mismo ejercicio más de 477.000 vehículos, un 3% menos . En España se fabrica más del 10% de la producción del grupo.

El pasado viernes Valladolid recibió además el acuerdo de fabricación para la producción de la versión híbrida enchufable del Captur, a la que está previsto que siga otra adaptación híbrida para el Megane, en Palencia. Las instalaciones han recibido en los últimos años inversiones por valor de 750 millones de euros en el marco del plan industrial que termina este año. Ahora bien, fuentes especializadas recalcan que el programa que presenta Renault este viernes «no es un plan a medio plazo, como el de Nissan», e insisten también en que la competitividad «es una carrera de fondo», por lo que la situación «está abierta».

Renault ya ha avanzado una apuesta importante por la producción de modelos eléctricos, que centralizará en Francia, al igual que sus motores. «Vamos a incrementar drásticamente nuestra producción de eléctricos en Francia y la alianza será el marco en el que trabajaremos», aseguró Jean-Dominique Senard, presidente de Renault. «Quiza una mayor competitividad lo haga también más atractivo a nuestos socios», amplió Clotilde Delbós, CEO interina de Renault, que confirmó que un nuevo motor eléctrico de 100 kW será producido en el país. España produce actualmente el 33% de las cajas de velocidades (en Sevilla) y casi el 40% de los motores, todos térmicos (diésel o gasolina). Ambos productos, que no utilizan los vehículos eléctricos, registraron retrocesos del 6,52% y el 8,88% el año pasado. Senard también avanzó que «en breve» habrá noticias «buenas» sobre el acuerdo con Daimler, que permitió a Nissan producir el modelo Mercedes Clase X en Barcelona. Actualmente, la factoría de motores de Valladolid produce bloques 1.5 dCi diésel para el fabricante alemán.

El sector volvió a reclamar ayer, tras conocerse el cierre de Nissan en Barcelona, un plan de apoyo a todo el sector por parte del Ejecutivo, en línea con los 8.000 millones de euros prometidos por Francia. «Tenemos que ser realmente conscientes de que la industria automovilística española es una joya que hay que proteger. La pandemia del coronavirus ha colocado a nuestras empresas en una situación especialmente difícil. La industria de la automoción necesita un compromiso-país y una estrategia a medio plazo, un proyecto estratégico, que, a corto plazo, implique medidas específicas de estímulo del mercado y mantenimiento de la industria», aseguraba ayer José López-Tafall, director general de la patronal automovilística Anfac.

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