Los nuevos planes de Renault y Nissan dejan sin encaje a Barcelona
La multinacional ha comunicado este jueves el cierre de las instalaciones. Los planes de futuro de la alianza con Renault y Mitsubishi desatan las malas perspectivas entre los trabajadores y las administraciones
Nissan anuncia el cierre de la fábrica de Barcelona
Explican fuentes políticas y del sector del automóvil que en el Palau de la Generalitat, antes de que la crisis sanitaria hiciese saltar por los aires la previsión de un adelanto electoral entonces inminente, se cruzaban los dedos para que el anuncio del cierre de Nissan en Barcelona se produjese después y no antes de los comicios. Ya en ese momento los vaticinios sobre el futuro de la planta de Nissan en la Zona Franca eran más bien grises , una tonalidad que viró a fundido a negro en las siguientes semanas y meses a medida que las noticias que llegaban desde Japón sobre las intenciones de la multinacional de replegarse en la Europa continental se hacían más recurrentes. El pasado año produjo 55.000 vehículos, por debajo del 30% de su capacidad.
Unos 3.200 empleos directos y unos 25.000 indirectos están en el aire: este jueves se ha anunciado su cierre, poco antes de que desde Japón se anuncie su plan a medio plazo, sigiendo la pretensión de Nissan de concentrarse en China, Norteamérica y Japón, mientras que Renault haría lo propio en Europa, Rusia, Sudamérica y África, y Mitsubishi, en el sudeste asiático y Oceanía, tal y como se adelantó ayer . La confirmación de que la alianza automovilística pasaba a repartirse el mundo en áreas de influencia en una suerte de renovado, y en este caso catastrófico para España, «Tratado de Tordesillas», vino a confirmar el escenario más pesimista con el que trabajan los sindicatos y las administraciones respecto a la infrautilizada planta de Barcelona.
Ayer, sin resignarase, pero asumiendo la gravedad del momento, trabajadores de la planta se manifestaron ante el consulado del Japón y la delegación de la Unión Europea dentro del conjunto de movilizaciones que los sindicatos vienen llevando a cabo desde hace semanas. Ante la sede de las representaciones japonesas y europeas, la misma pancarta: «Nissan: Basta de mentiras! Exigimos un futuro real».

Más elementos comunes
La planta tiene un encaje difícil en el nuevo esquema estratégico desvelado ayer por Renault, Nissan y Mitsubishi. No solo por el reparto geográfico de los socios -que no implica abandonar mercados-, sino por su nuevo modelo de cooperación, planteado para mejorar la competitividad y la rentabilidad de cada una de las compañías. Busca elevar el porcentaje de piezas comunes en los coches del 40 al 80% y reducir un 40% las inversiones necesarias para el desarrollo de nuevos modelos. De forma paralela, el número de plataformas se reducirá de las ocho actuales a solo cuatro, y la oferta conjunta de modelos se recortará un 20%. Antes de 2025 el 50% de sus vehículos se producirá de este modo, lo que permitirá un ahorro de más de 2.000 millones de euros.
Uno de los socios será designado para desarrollar un vehículo «madre» en cada segmento, y vehículos «sister» o hermanos, que serán completados por equipos «followers» o seguidores del resto de marcas en base a las características específicas de cada una. Barcelona produce modelos comerciales que ahora quedan bajo el liderazgo de Renault. También «pick-up», que se centralizarían en el sudeste asiático bajo el mando de Mitsubishi, y que asimismo se fabrican desde este año en Sudáfrica. Además, el consorcio asigna el liderazgo en la renovación del segmento C-SUV a partir de 2025 a Nissan. Actualmente, el fabricante nipón produce el modelo Qashqai en su planta de Sunderland, en Reino Unido, mientras que Renault fabrica su correspondiente Kadjar en Palencia. De otro lado, la futura renovación del segmento B-SUV en Europa será liderada por Renault, que fabrica el Captur en Palencia, mientras que su equivalente de Nissan se hace también en Sunderland.
El fabricante galo, que anunciará el viernes su propio plan de negocio , centralizará en Francia el desarrollo y producción de modelos eléctricos . «Vamos a incrementar drásticamente nuestra producción de eléctricos en Francia y la alianza será el marco en el que trabajaremos», aseguró Jean-Dominique Senard, presidente de Renault. «Quiza una mayor competitividad lo haga también más atractivo a nuestos socios», amplió Clotilde Delbós, CEO interina de Renault, que confirmó que un nuevo motor eléctrico de 100 kW será producido en el país.
El sistema de reparto se aplicará para el desarrollo de nuevas tecologías. Así, Nissan liderará la conducción autónoma y Mitsubishi la hibridación enchufable para vehículos grandes, mientras que el futuro del coche conectado corresponderá a Renault. Todo con el objetivo, en palabras de Senard -que descartó contundentemente que derive en una fusión- de convertir el consorcio en «una de las compañías más poderosas y con mejor rendimiento del mundo».
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