La mujer cobra lentamente protagonismo en la industria del automóvil
El automóvil era hasta hace pocos años un terreno mayoritariamente masculino. Aunque aún lo es, pero cada vez más la mujer cobra protagonismo en la industria, en las fábricas, en los concesionarios y en los puestos directivos de los fabricantes y empresas del sector de componentes.
En el sector ya hay importantes directivas, como Linda Jackson, hasta hace un mes directora general de Citroën, que tiene ahora el importante encargo de supervisar la fusión entre PSA y Fiat Chrysler; Hélène Bouteleau, directora general de Peugeot España y Portugal, o Mary Barra, presidenta de General Motors.
Es cierto que apenas suponen el 8% del total de puestos directivos en las veinte principales empresas del sector, según la consultora First April, pero su papel se ha incrementado en los últimos años en algunas áreas. Por ejemplo, el número de ingenieras se ha doblado en los últimos cinco años en países como Reino Unido, según Seat . En la compañía española, áreas como la conectividad, los asistentes de voz y la ciberseguridad están lideradas por mujeres
En Iveco, principal fabricante de vehículos industriales y de pasajeros en España, de una plantilla de 4.000 empleados, un 26% del total lo conforman mujeres, 32% en cargos de responsabilidad. En su factoría de Madrid el 23% son mujeres, el porcentaje más alto del sector industrial y de automoción en España, según explican.
En la industria de componentes el peso de la mujer es del 24%, según cálculos de la patronal Sernauto , que destaca que en los últimos años la tendencia ha sido creciente. «En los últimos años, las empresas de componentes de automoción hemos incorporado cada vez más talento femenino, lo que me enorgullece mucho», explica María Helena Antolín, presidenta de Sernauto y vicepresidenta del Grupo Antolín, una de las principales compañías del sector a nivel mundial. «Todavía no somos muchas, pero sí se observa una evolución positiva», asegura.
Desde el sector se incide en que la educación es el principio para alcanzar la corresponsabilidad, elemento clave para lograr un cambio cultural; y medidas de conciliación y flexibilidad horaria para hombres y mujeres son la base fundamental para alcanzar la igualdad de oportunidades en el mundo laboral.
«Las empresas no pueden prescindir del liderazgo y de las capacidades de las mujeres. Somos un gran activo para afrontar con éxito el futuro», destacó esta semana Antolín en un comunicado distribuido por Sernauto. «Solemos tener una gran capacidad de adaptación al cambio, predisposición al trabajo colaborativo y somos muy pragmáticas, cualidades fundamentales en nuestros tiempos».