La industria del automóvil acelera hacia el coche «limpio», pero pide paciencia
Descarbonización, sí, pero no a un ritmo tan rápido que mine la competitividad de la industria del automóvil o pueda suponer una amenaza para el empleo. Los fabricantes de vehículos se mostraron ayer «plenamente comprometidos» con el coche cero emisiones, pero reclamaron «tiempo y espacio para que los técnicos puedan encontrar soluciones», como definió Luca de Meo , presidente de SEAT y máximo responsable del grupo Volkswagen en España.
De Meo participó ayer en una mesa redonda moderada por Miguel Sebastián , ex ministro de Industria, en la que también tuvieron voz Ángeles Santamaría , CEO de Iberdrola España; José Vicente de los Mozos , director mundial de Fabricaciones del Grupo Renault y presidente de Renault España, así como de la patronal de fabricantes de vehículos Anfac; Francisco Riberas , CEO de la multinacional de componentes Gestamp, además de Julia Poliscanova , directora de vehículos límpios de la organización ecologista Transport & Environment. La ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto , encargada de su apertura, insistió en que «es el momento de actuar», y se mostró convencida de que España «puede convertirse en un referente mundial de la movilidad sostenible».
«Todo el mundo tiene derecho a la movilidad», resaltó De los Mozos, quién aseguró que el problema « no es la tecnología -que ya existe- sino el precio y el coste ». «El reto es hacer asequible la electromovilidad», aseguró, al tiempo que pidió tener «cuidado» con la velocidad que se establece en el mercado a la hora de regular «porque se puede crear un problema».
«Todo se está moviendo muy rápido », coincidió Francisco Riberas, CEO de Gestamp, quién aseguró que además de veloces «hay que ser inteligentes». «Lo más eficaz es poner hoy en las carreteras vehículos más eficientes, no dentro de diez años», afirmó.
Ángeles Santamaría, CEO de Iberdrola, pidió que se facilite la instalación de puntos de recarga, unificando las diferentes normativas autonómicas y revisando las tarifas eléctricas, así como la fiscalidad «para que pague quién sea responsable de las emisiones». «Los puntos de recarga tienen una tasa de uso muy baja durante los primeros años», puso de manifiesto. No obstante, se mostró confiada en que tanto la red española como las plantas de producción energética estarán preparadas para un despegue rápido de los vehículos eléctricos, como el que prevé el Gobierno, que estima que en 2030 haya cinco millones de vehículos de este tipo . «Cada millón de coches eléctricos supone menos del 1% de la capacidad que ya tenemos», resaltó. La compañía, que ha surtido a la cumbre con 34 puntos de recarga para eléctricos, se ha comprometido a instalar 25.000 puntos de recarga en España hasta 2021.
Por su parte, Poliscanova, de T&E, urgió a actuar ya «porque dentro de una década el cambio climático será irreversible». En este sentido, defendió la necesidad de incentivar un mercado de segunda mano de vehículos eléctricos como vía de acceso asequible a estos coches, si bien resaltó que «cuando tenemos en cuenta todos los costes, el coche eléctrico es el más barato».
La industria europea del automóvil, sacudida en los últimos años por los escándalos de fraude de emisiones, se halla ahora sumida en un proceso rápido de descarbonización -palabra, por ahora, sinónimo de electrificación, hasta que despeguen tecnologías como el hidrógeno- para cumplir con los exigentes objetivos de emisiones que llegarán a Europa a partir de enero.
En este marco, el sector ha querido tener una presencia visible en la cumbre para mostrar su «compromiso» con la transición ecológica. Audi, del grupo Volkswagen, ha surtido de vehículos eléctricos a los mandatarios asistentes, por inciativa personal del propio De Meo; mientras que BMW apadrina el Foro de Innovación que se celebrará de forma paralela la semana que viene. Por otro lado, dos iniciativas de Renault, FeliZiudad y el car-sharing Zity, que opera junto a Ferrovial, fueron ayer destacadas como ejemplo de sostenibilidad en la COP.
