El Gobierno francés no descarta nacionalizar grandes empresas tras reunirse con Renault y PSA
Bruno Le Maire, ministro de Economía, ha celebrado este jueves una reunión con Carlos Tavares, CEO de PSA, y Jean-Dominique Senard, presidente y director general de Renault, para evaluar el impacto de la crisis del coronavirus. El ministro habría asegurado a ambas compañías que podrán beneficiarse de todo el paquete de medidas que desplegará el Ejecutivo galo contra la enfermedad.
«Está fuera de toda duda que grandes compañías francesas, iconos industriales puedan desaparecer», aseguró posteriormente Le Maire a la emisora de radio BFM. «Tenemos todo tipo de resortes para proteger nuestro patrimonio, incluso el de la nacionalización», afirmó, según Reuters, sin mencionar a ninguna compañía concreta.
Según el semanario Le Point, Le Maire y Jean-Dominique Sénard han comenzado a negociar las condiciones de una eventual nacionalización del histórico y segundo grupo francés constructor de automóviles, con alianzas e implantación planetarias.
2016 quizá fue el último gran año de Renault, cuando vendió 3 millones 180.000 vehículos en varios continentes. El escándalo Carlos Ghosn, su PDG hasta el 2018, entre otras razones puramente económicas y comerciales, provocaron una temible honda de choque, agravada por la crisis del coronavirus.
Con la producción y las ventas paralizadas, preludio de grandes pérdidas financieras, Renault, como otras grandes marcas, atraviesa un momento delicado. Según fuentes gubernamentales y empresariales, el ministro de Economía y el PDG de Renault han iniciado un delicado proceso de negociaciones muy discretas, «explorando» las condiciones que pudieran aconsejar o no la nacionalización del histórico construcción de automóviles.
Renault fue nacionalizada tras la Segunda guerra mundial, como consecuencia de su estrecha colaboración con el ejército de ocupación nazi, alemán. Su accionariado fue evolucionando hasta la privatización casi definitiva, en 1990.
Sin embargo, el Estado francés sigue siendo el accionista de referencia, con el 15,01 % del capital y el 28,67 % de votos en el consejo de Administración. Otros accionistas importantes son Nissan (15 %), Daimler AG (3,10 %) y los trabajadores del grupo (2,44 %).
Esa posición de fuerza / referencia permitiría una nacionalización «completa» de Renault con relativa «facilidad», pero con un impacto internacional imprevisible. De ahí la cautela de las negociaciones entre Bruno Le Maire, ministro de Economía, y Jean-Dominique Sénard, presidente y director general (PDG) de Renault.