Francia declara la guerra a los coches SUV con un nuevo impuesto
La ministra francesa de la Transición Ecológica, Barbara Pompili, indicó este jueves en su cuenta de Twitter que esa penalización constituye «una señal fuerte y necesaria para tener mejor en cuenta la huella ecológica de los vehículos más pesados»
El Gobierno francés ha decidido la instauración de una penalización a los coches de más peso para incitar por la vía fiscal a que los consumidores opten por vehículos que consumen menos combustible y que son por tanto menos contaminantes.
La ministra francesa de la Transición Ecológica, Barbara Pompili , indicó este jueves en su cuenta de Twitter que esa penalización constituye «una señal fuerte y necesaria para tener mejor en cuenta la huella ecológica de los vehículos más pesados». Pompili hizo notar que el incremento del peso de los coches se traduce en «más materiales y energía consumida, más contaminación y menos espacio público disponible».
No entró, sin embargo, en los detalles de la medida, que tendría que transponerse en la ley de presupuestos para 2021. Según «Les Echos», tendrán un gravamen los vehículos que superen los 1.800 kilos y habrá exenciones para los eléctricos, para los que utilizan hidrógeno para los híbridos, pero también para las familias numerosas.
Detrás de esta penalización está la voluntad de poner freno a una tendencia general del mercado automovilístico en los últimos años en los que ha aumentado la cuota de los todocaminos (SUV), que tienen un tamaño y un peso elevado.
La llamada Convención Ciudadana que puso en pie el presidente francés, Emmanuel Macron, con 150 personas para debatir diferentes cuestiones de política medioambiental le había reclamado, entre otras cosas, que atendiera su demanda para imponer una tasa a la compra de un vehículo en función de su peso.
En su propuesta, la Convención Ciudadana sugería un impuesto progresivo a partir de los 1.400 kilos . Por otro lado, la ministra de la Transición Ecológica indicó también en su cuenta de Twitter que desde el 1 de enero las primas para la renovación del parque automovilístico no cubrirá los modelos diésel. «Es una cuestión de coherencia de nuestra política de lucha contra la contaminación del aire», afirmó.
Reforma del impuesto de matriculación
En plena polémica sobre el impuesto de matriculación en España - que incrementará el precio del 50% de los coches que se venden a partir del 1 de enero si el Gobierno no lo modifica, por las nuevas pruebas de emisiones- el Gobierno de Francia acaba de anunciar cómo quiere que sea el futuro de este tributo.
En su proyecto de Ley de Hacienda, prevé incrementar hasta los 40.000 euros la recaudación por la compra de los más contaminantes, así como bajar el límite inferior. La reforma puede servir de inspiración para el legislador español, puesto que el Ejecutivo se ha comprometido también ha reformar este tributo a partir del año próximo
En el proyecto galo, recogido por Europa Press, se especifica que a partir del año que viene el límite inferior para empezar a pagar el impuesto de matriculación baja de 138 gramos a 131 gramos de dióxido de carbono (CO2) por cada kilómetro recorrido. De esa manera, estos vehículos tendrán que abonar 50 euros en el momento de su matriculación. A partir de ahí, por cada gramo extra emitido aumenta la cantidad a pagar. Por ejemplo, si el coche expulsa 140 gramos de CO2 debe abonar 240 euros, si emite 160 gramos de dióxido de carbono ya debe abonar 1.761 euros.
Con unas emisiones de 190 gramos, el importe a abonar se sitúa en casi 10.500 euros, mientras que con 206 gramos ya supera los 20.000 euros. A partir de los 225 gramos de CO2 por kilómetro recorrido el impuesto de matriculación se establece en los 40.000 euros. Todo ello teniendo en cuenta que a partir de 2021 entra en vigor la nueva normativa WLTP, una regulación más estricta y que aumenta los niveles homologados de muchos vehículos.
En España, el actual impuesto de matriculación se aplica para los vehículos cuyas emisiones sean superiores a 120 gr/km CO2 (por debajo de esa cifra están exentos). De 120 a 160 se paga el 4,75%; de 160 a 200, el 9,75% y, por encima de esa cifra, se tributa el 14,75%.
En los últimos años se calculaba que el 60% de los coches a la venta no tenían que pagarlo, gracias a sus bajas emisiones. Sin embargo, en 2018 el nuevo examen de emisiones WLTP, más exigente, hizo que aproximadamente un 10% de esos coches pasara a pagarlo. Y eso gracias a una moratoria del ministerio de Industria, que minimizó el impacto, pero que expirará el 31 de diciembre. Si el Ejecutivo no aprueba ninguna medida antes, se calcula que el 50% de los coches subirá de precio a partir del próximo 1 de enero en España.