Los ecologistas cuestionan los beneficios medioambientales de los coches de gas
«Usar gas natural en el transporte es tan malo para el clima como utilizar gasóleo o gasolina», asegura la federación de ONG Transport & Environment en un informe basado en datos de la consultora AEA Ricardo y pruebas de laboratorio
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Los grupos ecologistas cuestionan los beneficios medioambientales de los vehículos de gas. Así lo afirma la federación de ONG Transport & Environment en un nuevo informe, titulado « GNC y GNL para vehículos y buques », en base a datos de la consultora AEA Ricardo y pruebas de laboratorio [ Consulta aquí el informe ].
Los modelos de gas pueden lucir la etiqueta ECO en España si se comercializan de serie con depósito de gas o si se trata de motores posteriores a la normativa Euro 4 adaptados, ya que prometen unas emisiones inferiores a los diésel o gasolina. Los grupos ecologistas, no obstante, niegan esta premisa.
«Quemando gas en los coches se genera tanta contaminación como quemando gasolina», asegura Isabell Buschell , delegada de T&E en España. «Respecto a los vehículos diésel, la ventaja en términos de calidad del aire es mínima, y puede desaparecer conforme se hagan efectivas las nuevas exigencias medioambientales».
Además, T&E reclama que se contabilicen también los efectos de las fugas de metano. Al contabiliar los escapes producidos, desde su extracción hasta el repostaje, de este gas -que tiene un potencial de calentamiento 86 veces superior al del CO2- las emisiones pueden situarse en una orquilla de entre un -7% y un +6% en comparación con las de un diésel equivalente, en función del propulsor que se compare.
Por ello, los ecologistas ven incomprensibles las ventajas fiscales de las que gozan estos vehículos. De media, el kilogramo de gas está gravado con un 85% menos de impuestos que el litro de gasolina, y con un 76% menos que el de diésel. En España, el gas tiene un impuesto un 88% inferior al gasóleo, y un 91,4% inferior a la gasolina.
«Hay que dejar de promover coches de combustión interna si queremos cumplir el Acuerdo de París. El gas sigue siendo un combustible fósil», insiste Buschell, que pide apostar por el transporte público y fomentar los desplazamientos a pie y en bicicleta, además de recurrir al uso de vehículos eléctricos.
Tecnología consolidada
Por su parte, desde las patronales del gas, Sedigas y Gasnam, se asegura que el gas natural reduce las emisiones un 23% comparado con la gasolina y en un 7% comparado con el diesel. Por ello, piden apostar por esta tecnología «para una reducción inmediata de los gases de efecto invernadero (GEI)», ya que se trata de «una vía tecnológicamente consolidada, madura y disponible es la utilización en mayor escala del gas natural (GNC y GNL) en la movilidad».
En los últimos meses, las ventas de coches de gas se han disparado en España, en pleno hundimiento de las matriculaciones de modelos diésel. Una tecnología bajo lupa tras el estallido del escándalo de emisiones Dieselgate, en 2015, y acosada por declaraciones como las de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quién aseguró en julio que tiene « los días contados ».