El truco para saber cuántos litros de combustible gasta realmente mi coche

Muchos conductores se sorprenderán al conocer el consumo que, en realidad, es muy distinto al que marca el propio coche o del que informan los fabricantes

J. C. Soler

J. L. Álvarez

'Mi SUV es un mechero, porque por autovía no llega a los 5,5 litros'. Puede que sí o puede que no . Esta es una de las frases que uno se cansa de escuchar a los flamantes propietarios de un coche nuevo. Motores de 3.0 litros y 250 caballos. En todo caso la eficiencia de los fabricantes, obligados también por las normas de emisión de partículas, han obligado a que aunque no sean 5,5 litros los consumos medios sean contenidos.

Cuando uno se compra un coche lo primero que pueden ofrecer los concesionarios en el consumo y las emisiones. Los fabricantes obtienen estos registros en base a pruebas de 'laboratorio' basadas en simulaciones, porque no existe un circuito real homologado, con cuestas, curvas, adelantamientos a camiones, incorporaciones a autopista o rotondas. De esta manera sorprenden las bajas cifras que se ofrecen en los catálogos. Si se puede probar el vehículo el coche en ciernes jamás conseguirá esos números a no ser que no pase de 120, haya tramos cuesta abajo o que –para peligro de la seguridad vial- se circule con la velocidad en punto muerto (esto lo consiguen algunos modelos con la llamada 'circulación a vela').

Tampoco es real lo que marcan los indicadores del mismo vehículo, aunque son datos bastante aproximados a la realidad. La mayoría se tratan de medias. Uno puede comprobar el consumo puntual eligiendo su visualización y se sorprenderá cómo en una rampa, en autovía, adelantando puede llegarse a los 13 litros si se apura la marcha.

Aunque existen apps para el móvil que utilizando el GPS y metiendo los litros de gasolina consumidos dan una cifra, el metodo más sencillo y aproximado para saber lo que gasta el coche comienza por llenar el depósito de combustible al máximo antes de emprender un viaje o un recorrido, preferiblemente que se conozca lo suficiente para no tener que conducir de manera apurada.

El llenado del depósito debe hacerse hasta que el combustible pueda verse por el orificio del conducto del depósito, no cuando la manguera del surtidor salte. En ese momento o se apuntan los kilómetros recorridos o se pone a cero el tacómetro parcial . Acto seguido se emprende la marcha con total normalidad, circulando reglamentariamente, como cualquier día. Al llegar al destino elegido se busca una gasolinera y rellena el depósito otra vez hasta el borde y se apuntan los litros que han entrado.

Para saber el consumo real solo hay que hacer una simple regla de tres . Se multiplican por cien los litros consumidos y el resultado se divide entre los kilómetros recorridos. De esta manera se sabe la media que, a buen seguro, discrepara mucho de lo que marque el marcador de consumo del vehículo, si es que lo tiene, y será muy lejana a lo que anunciaba el fabricante o ese amigo que decía que su coche 'era un mechero'.

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