Prueba
Skoda Octavia Combi 2.0 TDi 2020: ¿mejor que un SUV?
Las carrocerías familiares siguen sin tener en España el éxito de ventas del que gozan en Europa, una lástima, porque este Octavia Combi demuestra que es mucho más versátil y razonable que las berlinas e incluso que los SUV
Después de haber probado el Skoda Octavia 2020 y comprobar el enorme salto adelante de esta nueva generación del Octavia, examinamos la versión con carrocería familiar y motor diésel.
Después de una semana con el nuevo Skoda Octavia Combi 2.0 TDi con cambio DSG nos ha dejado claro que es un excelente compañero de viaje y una alternativa muy recomendable para los que buscan un coche con el que hacer kilómetros de forma segura y confortable.
Las prestaciones de esta versión diésel de 150 CV son más que suficientes para hacer adelantamientos seguros, sus consumos son muy ajustados y la calidad de materiales y el espacio que ofrece a sus pasajeros son de los mejores de la categoría, una categoría que es difícil de definir para este modelo por sus dimensiones a caballo entre el segmento C (el del VW Golf) y el segmento D (el del VW Passat).
En esta nueva generación, el Skoda Octavia ha mejorado mucho en cuanto a diseño (con un aspecto mucho más premium que antes), tecnología y equipamiento, pero sobre todo en cuanto a calidad de rodadura.
Las suspensiones han evolucionado, especialmente en el filtrado de las irregularidades del firme. Sorprende rodar con él por una calle adoquinada con el tacto de una berlina de gran lujo, sin que apenas se perciban las vibraciones ni los sonidos de los trenes de rodaje.
Comparado con el Skoda Octavia 1.5 TSi, este 2 litros diésel consigue unos consumos algo más bajos , pero sobre todo es más agradable de usar gracias al mejor par motor, con un empuje más contundente desde la zona baja del cuentarrevoluciones.
Gracias a ello, no tenemos que estar tan pendientes del cambio, aunque en este caso tenga una caja automática.
Además de una buena relación precio/producto, un diseño atractivo y un buen nivel de equipamiento, el Skoda Octavia Combi también sobresale por lo fácil que nos hacen la vida sus soluciones ''Simply Clever'' como los huecos en las puertas para llevar dos paraguas, la rasqueta para quitar el hielo del parabrisas en la tapa del depósito de combustible, etc.
Skoda Octavia Combi 2.0 TDi 2020: más seductor
No cabe duda de que algo tiene que gustar para que nos interesemos por ello y el Skoda Octavia Combi ha mejorado tanto su aspecto que ahora no envidia nada a rivales como el Audi A4. El frontal tiene esa imagen de marca típica de Skoda , con unos faros muy grandes, también los antiniebla en el faldón, y una calandra con marco cromado y algo avanzada hacia delante.
Los faros principales cuentan con tecnología full led adaptativa y proporcionan una excelente iluminación, lo mismo que los antiniebla, aunque hay un pero: su luz es muy blanca y produce bastante autodeslumbramiento con niebla o lluvia fina.
En el lateral las proporciones son muy acertadas y el Octavia Combi tiene una silueta muy agraciada y con ciertos rasgos deportivos.
La vista trasera destaca por los llamativos grupos ópticos led con los intermitentes secuenciales y que no sólo se ven bien desde atrás, también lateralmente las luces de posición.
Las puertas son amplias y permiten un cómodo acceso al interior, además, ajustan bien y el sonido y tacto que tienen al abrir y cerrar deja una agradable sensación de robustez y seguridad.
La unidad de pruebas cuenta con las llantas opcionales de 18 pulgadas . Le sientan bien estéticamente, pero penalizan algo los consumos y el comportamiento dinámico.
En cuanto a acabados y ajustes, el Skoda Octavia no envidia nada a sus primos ricos de Audi y está por encima de la media de la categoría.
Skoda Octavia Combi 2020: calidad y amplitud
Si por fuera ya gusta, cuando abrimos las puertas y nos encontramos con este interior se reafirma esa sensación de estar ante un modelo premium. Los asientos tienen un aspecto excelente, están tapizados en Alcantara y son comodísimos cuando te sientas en ellos y haces un viaje.
El salpicadero tiene un diseño elegante y también tiene partes cubiertas en Alcantara , dejando el aburrido plástico «madera de piano» (menudo eufemismo) reducido a una sencilla moldura que sirve para ocultar la iluminación ambiental led que hace muy acogedor el interior por la noche.
Los plásticos del salpicadero son blandos y de calidad, no sólo en la parte superior, también en los paneles de la zona de la guantera, donde sus rivales ya ahorran y se limitan a usar plásticos duros.
La postura de conducción es muy buena y cualquier talla encuentra la suya gracias a los amplios reglajes del asiento y de la columna de dirección.
El conductor tiene ante sí un cuadro de instrumentos digital que puede mostrar la información con varios formatos y los mandos principales están muy a mano y tienen buen tacto. El único pero en este aspecto está en el mando para regular el volumen del equipo de audio, que no tiene iluminación y es invisible por la noche para nuestro copiloto. El conductor siempre puede accionarlo cómodamente mediante los mandos en el volante.
Entre los extras con los que cuenta esta unidad está el Head Up Display que proyecta sobre el parabrisas datos como la velocidad o las indicaciones del navegador.
Las plazas traseras son muy espaciosas y confortables, aunque tres adultos irán algo apretados por la falta de anchura disponible y por la configuración de la plaza central.
El maletero del Skoda Octavia Combi tiene una excelente capacidad y unas formas muy cúbicas que hacen que aprovechemos cada centímetro disponible. Abatir los respaldos traseros para convertir el Octavia Combi en un furgón de transporte es muy sencillo, basta con tirar de dos palancas y tendremos un suelo prácticamente plano.
La calidad de acabados y ajustes es muy buena y esa primera impresión tan favorable que nos creó al verlo por fuera se reafirma al vivir en su habitáculo.
Skoda Octavia Combi 2020: digitalizado
En cuanto al equipamiento, el Skoda Octavia Combi se beneficia del banco de órganos del grupo Volkswagen y nos encontramos con el mismo sistema multimedia estrenado en el Golf de octava generación con su asistente virtual con inteligencia artificial . Gracias a él, meter una dirección en el navegador, que nos busque un restaurante, encontrar la canción que queremos en nuestra carpeta de audio... es tan sencillo como pedírselo verbalmente.
También dispone de Apple Car Play y Android Auto con conexión inalámbrica, puerto de carga por inducción y aplicaciones que nos van a permitir la máxima interacción con el smartphone. En este campo está a la última.
También en materia de seguridad está bien servido, con ADAS (asistentes avanzados a la conducción) de última generación como el asistente de mantenimiento y centrado en el carril, alerta de colisión con frenado de emergencia, sistema de mitigación de impactos múltiples, sistema presafe que prepara el coche para un impacto inminente cerrando las ventanillas y el techo solar casi por completo y pretensando los cinturones, etc.
El confort está garantizado, además de por los excelentes asientos antes mencionados, por el eficaz climatizador multizona con mandos independientes para las plazas traseras , la apertura con llave inteligente, el portón manos libres, luces de lectura en las plazas traseras, iluminación ambiental con varios tonos de luz... la vida a bordo es cómoda y acogedora.
Skoda Octavia Combi 2020: el diésel sigue vivo
No hay grandes novedades en el apartado técnico de este Skoda, que monta el conocido 2 litros turbo diésel de 150 CV aunque convenientemente actualizado para cumplir con las normas anti contaminación más severas de la actualidad.
Lo que también ha mejorado es su aislamiento acústico, ahora se oye mucho menos en el interior, lo que contribuye a hacer más cómodos los viajes y a mejorar esa sensación de coche premium.
Este motor destaca por sus consumos ajustados y por un buen nivel de prestaciones. Frente al 1.5 de gasolina, que tiene la misma cifra de potencia, aporta más par a medio régimen, de modo que su respuesta es más agradable y tiene mejores recuperaciones.
En este ejemplar de pruebas, la potencia se transmite a las ruedas delanteras mediante la caja de cambios DSG de doble embrague con 7 marchas que sobresale por su facilidad de uso y buen rendimiento. Ha mejorado mucho su respuesta en las maniobras a baja velocidad, que era el talón de Aquiles de los DSG, sobre todo cuando aparcábamos en pendientes.
Juntos logran unos buenos consumos, además de que la caja de cambios dispone de rueda libre para bajar el gasto cuando llaneamos. En concreto, los consumos reales del Skoda Octavia Combi 2.0 TDi durante la prueba han sidos:
Urbano: 6,7 l/100 km.
Carretera: 4,5 l/100 km.
Autopista a 120 km/h: 5,5 l/100 km.
Podemos ajustar la personalidad del coche mediante una tecla en la consola central y elegir entre varios modos de conducción: Sport, Confort, Eco, Individual... lo que hacen es variar la respuesta del cambio automático, la sensibilidad del pedal del acelerador y la dureza de la dirección para que el Skoda Octavia Combi tenga un tacto más acorde a nuestros gustos en cada momento.
Skoda Octavia Combi 2020: seguro y confortable
A los mandos del Skoda Octavia Combi 2.0 TDi lo más destacable es el confort. Las suspensiones son suaves y la conducción muy sencilla , lo que hace que resulte un coche muy cómodo para viajar.
En ciudad el único pero son sus 4,7 metros de largo y encontrar aparcamiento, pero es muy fácil de conducir gracias al cambio automático, la buena visibilidad y una dirección con un buen radio de giro.
En autopista sus reacciones son seguras y sus prestaciones buenas. Los kilómetros caen sin fatiga gracias a su confort , unos asientos que nos cuidan y una buena iluminación por las noches.
Si nos perdemos por carreteras secundarias el motor de 150 CV diésel tiene un buen empuje que garantiza adelantamientos seguros y solvencia si tenemos que arrastrar un remolque, por ejemplo. En tramos virados la suspensión claramente enfocada al confort hace que los tiempos de espera en los cambios de apoyo sean algo mayores de lo deseable, pero es mucho más lo que ganamos con ellas en confort que lo que perdemos en eficacia.
Los frenos tienen unas buenas distancias de detención y se dosifican bien gracias al buen tacto del pedal. Además, han aguantado bien en la prueba de esfuerzo, sin alargar demasiado las frenadas tras varios ensayos.
En cualquier caso, sus reacciones son seguras y su conducción transmite confianza al conductor.
Nuestra Valoración
Noticias relacionadas