Las 10 averías más comunes, por dejadez
Un uso inadecuado del coche y la sempiterna falta de mantenimiento al que muchos lo someten derivan en los problemas mecánicos más recurrentes
La falta de lubricación correcta del motor de nuestro vehículo, fallos en el sistema de alumbrado/iluminación, no prestar atención a la instrumentación cuando algún chivato avisa de problemas o verificar con frecuencia el estado y presión de los neumáticos termina pasando más facturas de las esperadas… y desde luego de las deseables.
En conjunto, se estima que las 10 averías más comunes responden a despistes o negligencias del propio usuario. Son éstas:
- Con un 26%, se lleva la palma el error al repostar combustible. Si lo advertimos a tiempo, bajo ningún concepto arrancaremos el motor. Hacerlo supondrá un arreglo superior a los 400 euros.
- Siguen las averías por no hacer caso a los testigos luminosos que alertan de fallos mecánicos, con un 20% de los casos
- Los problemas derivados de un mantenimiento inadecuado —sobre todo en lo que concierne al cambio de filtros, aceites y otros líquidos, problemas relacionados con los neumáticos, los discos y las pastillas de freno y la siempre «delicada» correa de distribución , por la avería que resulta de su falta de sustitución— o directamente de la falta de éste supone terminan en el 16% de las reparaciones.
- El 13% de las averías tienen que ver con el estilo de conducción : los frenazos, acelerones, cambios de marcha inapropiados terminan derivando en avería
- Dejarse las llaves afecta al 10% de las averías por despiste, un problema que viene aumentando con la progresiva introducción de los sistemas «inteligentes» de apertura/arranque
- El 6% de las visitas a taller se relaciona con el empleo de aditivos inadecuados para el propulsor, aunque no usarlos también suele acarrear problemas (5% por fuga o falta de anticongelante, por ejemplo). Los chips de potencia entran de igual forma en este apartado: en muchos casos derivan en desarreglo mecánico y falta de puesta a punto
- El uso indebido del punto muerto en coches automáticos o manuales, no hacer uso del freno motor o circular en punto muerto durante una bajada, no solamente incrementará el consumo de combustible sino que puede ocasionar averías en poleas y tensores de correas.
- No limpiar adecuadamente elementos de refrigeración y calefacción de los vehículos todoterreno tras una conducción en ese entorno ocasiona que barro y hojas inutilicen ciertos sistemas y provoquen recalentamientos.
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