Cómo nos sentamos al volante habla mucho de nosotros
Tom Vanderbilt, autor de 'Traffic: Why We Drive The Way We Do and What It Says About Us', ha establecido los perfiles de los conductores a partir del modo en que nos sentamos y cogemos el volante. Sus conclusiones son, como mínimo, interesantes
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En 'Traffic: Why We Drive The Way We Do and What It Says About Us' (Tráfico: ¿por qué conducimos de la forma en que lo hacemos y qué dice de nosotros?), el escritor Tom Vanderbilt ha establecido los perfiles de los conductores a partir del modo en que cogemos y nos sentamos frente al volante. «Con el tiempo que pasamos conduciendo, más que comiendo con nuestra familia, merece la pena ahondar un poco más en esta experiencia», ha declarado.
De hecho, Vanderbilt sí se ha detenido a analizar los patrones habituales en la conducción , a menudo inconscientes para la mayoria, pero que pueden ayudarte a conocerse mejor. Son los diez que siguen:
Perfeccionista : apendió a mantener las manos 'a las 10 y 10' en la autoescuela, hábito que mantiene porque le gusta hacer las cosas bien. Detallista y pendiente de las normas, puede ser sinónimo de éxito en la vida. Otros aspiran a su nivel de perfección en lo personal y profesional
Chico cool : simboliza el relax y viaja medio tumbado, con una sola mano sobre la parte superior del volante. Proyecta tanta confianza e indiferencia, incluso ante la adversidad, que todos le buscan para pasar un buen rato
Minimalista : coge el volante por la parte inferior y con una sola mano, pues ante todo practica la simplicidad. Prima las amistades cercanas y allegadas, y rehusa los dramas
Aventurero : apoya una sola mano en el interior del volante y llevan la palabra 'riesgo' sobre la frente. Vive al límite y aprovecha al máximo cada momento. Se gane el respeto y la admiración de sus allegados
Jefe : líder nato, empuña el volante con las dos manos, pero por la parte inferior, algo así como a las 'ocho y veinte'. Toma el mando de forma clara y directa, tanto en lo personal como en lo laboral
Partidario : coge el volante como el anterior, pero con los puños hacia dentro, en un gesto difícil y hasta peligroso. Pero la gente le adora porque empatiza con facilidad y suele ser un gran oyente y consejero
Pacificador : apoya las manos de forma simultánea sobre el volante, en su tramo medio interior. Gran mediador, evita el conflicto a toda costa
Payaso : amarra el volante con las rodillas y busca el humor en todo momento. Vive de forma alocada y creativa y hace disfrutar a los que le rodean.
Inseguro : conduce muy cerca del volante, con los antebrazos apoyados sobre éste y los puños semi flexionados sobre el aro. Suele padecer ansiedad, pero acostumbran a ser grandes personas
Excavadora : coge el volante con una mano mientras apoya la otra sobre el mismo. Habitualmente muy ocupado, ataja los problemas de raíz con determinación, lo que suele llevarle al éxito
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