La 'demonización' del diésel lastra sus ventas

La particular cruzada contra los motores diésel en un intento por convertir las ciudades en entornos más saludables ha hecho mella en las ventas de vehículos de gasoil, lastrándolas un 5,3% desde 2007, según datos de la DGT recogidos por la plataforma AutoScout24 .

Aunque el diésel sigue siendo el motor más representativo del mercado, amenazas como las futuras restricciones al tráfico en las grandes ciudades, unidas a una mayor penalización fiscal por contaminar hasta cuatro veces más que un gasolina, han hecho retroceder su cuota de un 74,6% a poco más de un 70% en los últimos siete años.

Todo ello ha propiciado que parte de la demanda de diésel se desplace hacia la gasolina, que ha subido ventas más de un 10% desde 2007, concentrando más de un tercio de la cuota total.

Además, aunque años atrás la creencia popular dictaba que los diésel resultaban más económicos por su menor consumo, los argumentos empiezan a no sostenerse. De hecho, los coches de gasolina cada vez más austeros, por lo que no es de extrañar que crezca progresivamente el número de conductores que opten por ahorrarse los 2.000 euros de diferencia media que supone la compra de un modelo de gasoil, máxime cuando solo se amortizan si se recorren a partir de unos 15.000 km/año.

La caída del precio de la gasolina, que en el último año se abarató más de un 19%, ha recortado diferencias con el gasoil, haciendo que las diferencias sean casi imperceptibles. De hecho, el litro de gasóleo marcaba esta semana 1,05 euros frente a los 1,1 de la gasolina.

Paralelamente, los datos revelan que esta máxima del 'quien contamina, paga' está provocando a su vez un aumento de las vehículos propulsados por tecnologías alternativas en detrimento del diésel. De esta manera, si bien tienen todavía una representación residual del 1,7% dentro del mercado han visto crecer sus ventas un 750% en los últimos siete años.

Sin embargo, la tendencia es la contraria en el mercado de usados, pues solo en el último año la gasolina perdió cuatro décimas en su cuota al pasar del 38,5% en 2013 al 38,1% en 2014. Además, aquí la parte correspondiente a nuevas tecnologías es testimonial, ya que es ahora cuando están llegando al mercado de segunda mano.