Llega el reductor de velocidad inteligente
La madrileña localidad de Boadilla del Monte ha estrenado el primer Banden de Velocidad Inteligente (BVI) de España creado por una empresa malagueña: se endurece cuanto más rápido se rebasa.

Creado por la empresa malegueña Badennova , el Baden de Velocidad Inteligente o BIV es un inédito reductor de velocidad especialmente concebido para zonas de tráfico de alta densidad.
El primer municipio de España que ha apostado por este invento español es la madrileña localidad de Boadilla del Monte , que lo ha acaba de atornillar al asfalto de una de sus arterias principales: la concurrida Avenida Infante Don Luis. Conforme a los resultados que arroje esta primera prueba sus responsables decidirán la ubicación de otros badenes.
El dispositivo 'premia' a los conductores que respeten los límites de velocidad: rebasándolo a aproximadamente 30 km/h apenas si se nota. Todo lo contrario si se supera yendo fuerte, pues entonces reacciona como un badén normal, como refleja el vídeo sobre estas líneas.
Para lograrlo, el BIV contiene en su interior un líquido no newtoniano que permanece fluido si es alcanzado a velocidades bajas y que se torna sólido cuando la fuerza con la que lo 'golpean' las ruedas es mayor. Otra genialidad del invento es que el líquido se puede diseñar para que actúe a diferentes velocidades; en el caso de Boadilla del Monte, el BIV recién instalado reacciona a partir de 30 km/h.
La pieza consta de una membrana protectora que alberga el citado líquido y un revestimiento de alta resistencia que soporta tanto el peso como los golpes que puede recibir por el tránsito de automóviles y personas. Los materiales que lo conforman no son tóxicos ni contaminantes, sino respetuosos con el medio ambiente y diseñados para soportar vehículos pesados y cambios de temperatura.
Otras ventajas
El BIV presenta ventajas adicionales comparado con un badén corriente. Al evitar el obstáculo si se circula a velocidad legal reduce el riesgo de accidentes ante frenadas bruscas al aproximarse a un badén, evita lesiones en la espalda ocasionadas por la brusquedad de los saltos y los numerosos cambios de altura de la vía por la que se circula, y disminuye los daños ocasionados en el vehículo, tanto en amortiguación como en piezas mecánicas ya que no sufriría ningún impacto.
A estas ventajas añade que se contamina menos al contener las emisiones de CO2 por mantener una velocidad homogénea, sin frenazos ni aceleraciones. Y de igual forma minimiza la contaminación acústica.
El diseño y utilidad del BIV han sido reconocidos con el galardón de la Fundación para la Seguridad Vial , que le otorgó en 2010 el Premio Nacional de Seguridad Vial, y con el Premio a la Innovación en seguridad vial de la feria Intertraffic Amsterdam 2010.