El seguro a terceros gana terreno a marchas forzadas
La cobertura más sencilla, y por tanto la que menos reparaciones de daños contempla, se impone como consecuencia del progresivo envejecimiento del parque automovilístico español de particulares, ya en 11 años de media.
Alargar la vida del automóvil implica aumentar la antigüedad del parque automovilístico, que en los últimos tiempos se ha elavado hasta los 11 años de media. Precisamente y según los datos del Observatorio del Vehículo de Empresa (CVO) de Arval , este envejecimiento está teniendo un impacto directo en la rebaja de la cobertura de las pólizas, hasta el punto de que en los últimos tres años los seguros a terceros, los más baratos y, por tanto, los que menores daños cubren, aumentaron un 6% en el canal de particulares.
De esta forma, si en 2012 la modalidad de terceros era la más utilizada por un 66,8% de particulares, en 2014 fue elegida por un 72,6%.
A su vez, el seguro a todo riesgo, generalmente asociado a los vehículos más jóvenes y de coste más elevado por tener mayor cobertura, experimentó una caída superior al 3%, pasando del 17,4% en 2012 al 14,1% en 2014.
Similares diferencias se aprecian en la evolución de los seguros a todo riesgo con franquicia, de prestaciones similares al seguro a todo riesgo pero a un precio más reducido, pues el asegurado participa con una cantidad fija (franquicia) en caso de siniestro.
Estas rebajas de la cobertura en las pólizas tienen impacto directo en el volumen de reparaciones, que cayeron un 23% en los últimos tres años, pues por definición un coche viejo se repara menos que uno nuevo, limitando sus pasos por el taller a las averías mecánicas y descuidando las que afectan a la carrocería.
Además, si en la actualidad son más de 11 millones de vehículos los que circulan con más de 11 años de antigüedad, la previsión es que en 2017 superen los 16 millones debido, principalmente, al déficit de matriculaciones que arrastra el mercado, con una caída por encima del 60% en los últimos seis años.