Conducimos el nuevo CR-V
El primer constructor de motores del mundo ya vende, desde 34.300 euros, un actualizado todocamino CR-V equipado con nuevos y más pequeños propulsores, como el turbodiésel 1.6 i-DTEC de 160 CV

Cuando está claro que el mercado de los todocamino no decae sino que prácticamente es el que más aumenta en cifras, disponer de la mayor oferta es fundamental para afrontar la crisis con garantías. Y eso ha hecho Honda, primer fabricante de motores de la industria, en su remozadoSUV CR-V. En él ha relevado el antiguo motor diésel de 150 CV por otro nuevo de 160 dotándolo, de manera opcional, pero me atrevería a decir que indispensable, de una nueva caja de cambios automática de 9 velocidades que actúa de forma impecable.
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Es verdad que es más satisfactoria si la llevamos en posición S y sentimos la potencia dispuesta a salir disparados, pero a cambio de un consumo superior. En modo D, y con cuidado, el nuevo CR-V se acercará a un gasto de solo 4,9 l/100 km, que para un vehículo así, con tracción 4x4 de serie, es realmente bueno.
Más presencia
La anterior versión CR-V, de la que mantiene el propulsor de gasolina 2.0 i-VTEC de 155 CV en 4 ruedas motrices 4WD (desde 33.100 euros), pecaba de una estampa poco aparente a la que han puesto remedio rápidamente. Gracias a un nuevo paragolpes más ancho, al rediseño de la parrilla y a unos nuevos grupos ópticos LED, el nuevo CR-V ha ganado presencia y poderío. Detrás muestra nuevos paragolpes y ópticas más originales. Su enorme maletero de 589 litros es fácil de ampliar hasta unos cavernosos 1.648 litros mediante 2 palancas que abaten los asientos, muy de agradecer.
Dentro, más de lo mismo para conseguir un aspecto más moderno y atractivo. Mantiene una postura de conducción cómoda y, aunque sobreelevada, similar a la de cualquier berlina. Ahora dispone de pantalla de 7 pulgadas desde la que manejar, vía Honda Connect mediante Mirror Link, elementos como el ordenador de consumos, el audio, un navegador Garmin opcional, el teléfono Bluetooth o la cámara de visión trasera para aparcar.
1.6 i-DTEC de 160 CV
El nuevo CR-V mantiene el magnífico turbodiésel de 120 CV (desde 27.500 euros en formato 2WD de tracción anterior, y desde 34.300 euros con tracción total 4WD). Junto a él, la estrella es el nuevo diésel i-DTEC de 1,6 litros y 160 CV, que sitúa al todocamino nipón como referencia en esa capacidad mecánica.
Por los km que pudimos realizar a sus mandos, avanzamos que va a dejar muchas satisfacciones a sus compradores. Si además le añadimos la nueva caja automática (versión desde 36.500 euros), poco conocida y de 9 marchas, la conducción del nuevo CR-V será plena. Permite ir a ritmos normales con consumos comedidos y acercarnos al homologado de 5,1 l/100 km, o bien usar la posición S para exprimir lo que dan de si 160 CV, que es mucho.
El equipamiento del nuevo Honda CR-V va a ser muy completo de serie, como viene siendo habitual, pero con alguna opción inédita como el nuevo control de crucero adaptativo inteligente (i-ACC) , que mantiene la distancia con el vehículo que nos precede y detecta y actúa en consecuencia con los coches a la derecha de nuestro carril, si pueden entrar en nuestra trayectoria.