Carlos Sainz, a los mandos del RCZ R
El piloto prueba el Peugeot más deportivo a la venta en carretera cerrada y relata sus impresiones a los mandos. El coche, que cuenta con motor de gasolina turbo de 270 CV, es de tracción delantera y suma diferencial Torsen, para cerrar giros con mayor precisión. Cuesta 42.900 euros.
Carlos Sainz: dos veces campeón del mundo de rally, vencedor del Rally Dakar campeón del mundo de rally-cross y próximo piloto del equipo Peugeot-Total para el Dakar 2015, se ha puesto a los mandos del Peugeot RCZ R para probarlo a fondo y extraer sus conclusiones.
El modelo más enérgico a la venta en la firma del león es un coupé con mecánica turbo de gasolina y 270 CV con una potencia específica de 170 CV/litro y una relación peso/potencia de 4,7 kg/CV. Equipa diferencial de deslizamiento Torsen para cerrar giros sin riesgo a derrapar; la tracción es delantera.
Sainz ha probado a fondo el RCZ R en condiciones de máximo rendimiento sobre una sinuosa carretera cerrada al tráfico en la Sierra de Madrid y con climatología adversa. El piloto explica que «si tuviese que calificar este modelo y destacar alguna de sus características diría que tiene un ADN deportivo 100%, grandes posibilidades de utilizarlo en el día a día, eficiencia y prestaciones brillantes».
Y añade: «Se nota la mano de Peugeot Sport. Es un coche que sientes desde el primer momento que está hecho, pensado y llevado hasta este extremo por alguien en contacto diario con el mundo de la competición. Las prestaciones en carretera viradas son espectaculares; es muy divertido».
Puesta a punto deportiva
No obstante, desde Peugeot confirman que la puesta a punto, y en particular el trinomio formado por propulsor, diferencial Torsen y chasis, está orientada a la radicalidad, pero también a un uso diario y racional. El propio Sainz lo refleja: «Gracias a su motor puedes circular con él perfectamente, pues se muestra suave y con un consumo bajo»; emite 145 g/km. «Pero -agrega- cuando lo estiras sube sin problemas, empuja y no tiene ningún bache. El propulsor turbo ofrece una respuesta muy buena y el cambio y el tren delantero ayudan mucho».
El RCZ R libera un par máximo de 330 Nm constante entre 1.900 y 5.500 rpm. «Se trata de una mecánica muy elástica. Las buenas sensaciones al volante del RCZ R se completan con el tacto del freno, el recorrido muy cerrado del cambio con marchas muy cerca unas de otras… Está cuidado al detalle. Sorprende. Es difícil encontrar un coche de estas características».