La salida de Bárcenas y la muerte del fiscal Nisman, entre las imágenes de la semana

La salida de Bárcenas y la muerte del fiscal Nisman, entre las imágenes de la semana

Hacemos un repaso por las mejores fotografías que nos ha dejado la actualidad informativa esta semana

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Hacemos un repaso por las mejores fotografías que nos ha dejado la actualidad informativa esta semana

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  1. «Luis ha sido fuerte»

    El extesorero del PP Luis Bárcenas abandonó el jueves la prisión de Soto del Real tras abonar los 200.000 euros de fianza que le impuso la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Hasta Soto del Real se desplazaron sus dos hijos, que lo esperaban a las puertas de la prisión para recogerlo.

    Bárcenas atendió brevemente a los medios y aseguró que se encontraba «muy bien, a pesar de haber pasado un año y siete meses» y explicó que el retraso en su salida —casi ocho horas tras el mandamiento de libertad del juez— se debió a que el director del Centro Penitenciario «debía tener trabajo» y no había podido firmar antes la salida definitiva. ÁNGEL DE ANTONIO

  2. El PSOE, en el alambre

    «Espero que todos los militantes estén en lo que tienen que estar», dijo un quejumbroso Patxi López con la intención de dar carpetazo a un debate que no escampa y que, según pasan los días, amenaza con desestabilizar al PSOE. El problema es que los militantes socialistas no tienen claro a estas alturas «en lo que tienen que estar», y mucho menos junto a quién. Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez ni siquiera se dieron la mano durante la presentación del libro de Jordi Sevilla, donde coincidieron, solo físicamente. No podía tener mejor título el relato de Sevilla que «Seis meses en el alambre», que son los que lleva Sánchez haciendo equilibrios entre sus propias filas. La debilidad de unos, la ambición de otros y las maniobras de los que pasaban por allí han hecho de Ferraz la sede provisional de un partido que se asemeja a un gallinero y en el que el pulso que libran Pedro Sánchez y Susana Díaz, hasta ahora disimulado, se ha tensado con la sonada reaparición en escena de estrellas invitadas. Ahí están Zapatero, Carme Chacón, José Bono y la nueva dirección del PSOE para que, con sus dimes y diretes, no decaiga la fiesta. Algunos, como Tezanos, incluso hablan de «conspiración» para referirse a los penúltimos movimientos y encuentros de Zapatero. A diestra o siniestra, al expresidente no le falta puntería. SAN BERNARDO

  3. Obama pasa página... y al ataque

    Tras la humillante derrota en las elecciones de mitad de mandato, Barack Obama sacó pecho en el discurso sobre el estado de la Unión, donde se mostró exultante presentando en el Capitolio un panorama arcangélico para los estadounidenses: «Con una economía en crecimiento, déficit menguante, una industria desbordante y un boom en la producción energética, hemos salido de la recesión más libres para escribir nuestro futuro que cualquier nación en la Tierra». La economía fue el gran eje sobre el que el líder demócrata construyó su intervención, donde la política exterior fue un elemento secundario, sabedor quizá de que es su flanco más débil (Ucrania y Siria), al menos hasta el deshielo cubano. «Esta noche pasamos página de quince años de crisis y guerras», sentenció, al tiempo que retaba a la mayoría republicana a vetar sus proyectos legales. Obama no quiere ser un «pato cojo», el apelativo de los presidentes que agotan mandato y convierten en insustanciales sus dos últimos años en el Despacho Oval. Los republicanos recogieron el guante. REUTERS/Mandel Ngan/Pool

  4. Hamás vuelve a retratarse

    Como dejó claro el pasado lunes, la Unión Europea no tiene intención de que Hamás deje de figurar en su lista de organizaciones terroristas. Atentados como el de esta semana en Tel Aviv y declaraciones como las del portavoz de la milicia palestina, que se refirió al ataque como «una reacción natural al terrorismo israelí», subrayan la naturaleza criminal de un grupo que representa el mayor obstáculo para que la paz se abra camino entre palestinos e israelíes. Hamza Matruk, de 23 años y procedente de Cisjordania, la emprendió a puñaladas en un autobús urbano de Tel Aviv, donde provocó heridas graves a nueve pasajeros antes de ser detenido por la Policía. Tras la agresión, el Gobierno judío no solo cuestionó el silencio cómplice de la Autoridad Palestina, sino que dirigió su voz a Occidente para expresar su cansancio ante una interminable cadena de atentados que en este lado del mundo –sacudido, conmocionado y unido tras ataques como los de París– es aceptada como parte de la normalidad de un conflicto que parece cogerle muy lejos. «Cuando Mahmud Abás incita día y noche contra los judíos –dijo el titular israelí de Economía–, cuando glorifica y premia a los asesinos de judíos, se convierte en distribuidor de los cuchillos. Los terroristas son solo sus agentes». REUTERS/Yehoshua Yosef

  5. Messi golpea primero

    El Vicente Calderón dictará sentencia en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey. El miércoles, en la ida, el Atlético de Simeone salió a defender en el Camp Nou y Luis Enrique volvió a ganarle la partida al técnico argentino, tal y como ocurriera hace diez días en la Liga. Y es que el Barça presionó, agobió, gobernó y disfrutó de las mejores ocasiones, pero sin dejar patente en el marcador esa superioridad. Simeone, al descanso, dejó en el banquillo a Fernando Torres, poco afortunado en su concurso. El 0-0 era un resultado propicio para el Atlético, que especuló con él en exceso. A cinco minutos del final, el omnipresente Messi decidió al remachar a la red de Oblak en un penalti que Juanfran cometió sobre Busquets. Nadie discutió la pena máxima que el crack argentino exprimió en el último suspiro. AFP PHOTO/ LLUIS GENE

  6. Ruina económica, miseria moral

    Nadie en Argentina se atreve a acusar al kirchnerismo, pero todos dudan, en voz más o menos alta, con pancartas y concentraciones populares, de la apresurada versión oficial sobre la muerte –suicidio o asesinato– del fiscal Alberto Nisman. Decidido a desenmascarar a los cómplices y encubridores de los terroristas del atentado que hace 20 años mató a más de 80 judíos, Nisman dejó de ser un estorbo en el momento justo, solo unas horas antes de comparecer en el Congreso y de acusar al oficialismo, con nuevos documentos, de sus tratos con las fuerzas iraníes para pasar página sobre la matanza. Nisman no dejó una nota de despedida; al contrario, enumeró en un papel las tareas y las compras que debía hacer su empleada de hogar. En su mano, además, no había restos de pólvora, residuo que suele dejar un arma al ser disparada. Frente a la verdad oficial, todo son sospechas en una Argentina que no solo desconfía ya de las aptitudes políticas de su Gobierno para sacar al país de la crisis, sino de la propia ética de sus dirigentes, conjurados para acelerar y cerrar la investigación sobre una muerte casi anunciada y en la que cada vez encajan menos piezas. A la ruina económica se suma, en forma de sospechas, la miseria moral. REUTERS/Marcos Brindicci

  7. Cantar la traviata

    Descascarillado y víctima de las chapuzas de su faraónico planteamiento, sin el trencadís cerámico con que lo quiso envolver –para regalo– Santiago Calatrava, el Palau de les Arts de Valencia es el envase que, con el tiempo, mejor ha llegado a identificar su contenido, como el tambor al detergente en polvo o la botella labrada al anís. El proceso de deterioro y corrupción ornamental que sufre el coliseo valenciano es directamente proporcional al de su planta noble y extramusical. El sábado que viene estrenan «Don Pasquale», pero el martes, en versión austriaca, con traducción simultánea y judicial, cantó la traviata Helga Schmidt, intendente del coliseo y presunta comisionista de un negocio que se desarrollaba en la planta sótano del edificio. La Policía aprovechó el viaje y también se llevó detenido al exgerente del teatro, armatoste hormigonero que en los primeros tiempos de la crisis económica representó los vicios falleros de una administración empeñada en representar una función desmesurada y que hoy no es más que el armazón, sobredimensionado, que ampara a una compañía estable que, sin tanta tramoya, se las apañaría bien en una sala de microteatro. En un principio y a pie de obra, el debate vecinal giraba en torno a la necesidad de levantar y costear un centro de ópera en Valencia. A estas alturas, y después de lo del otro Palau, el de Millet, España ha entendido que cuanto más caro salga un edificio más dinero se le puede sacar, sobre todo por detrás. EFE/ Manuel Bruque

  8. Un lobo en el rebaño

    Desde que Cecilia Giménez repintó como Dios le dio a entender el mural del Ecce Homo de la localidad de Borja, a los fieles no les quedó más remedio que aceptar que la conservación del patrimonio religioso está en España en manos de la providencia divina. La fórmula que propone la izquierda andaluza, especializada en saqueos y ahora embarcada en una campaña de expropiación y nacionalización de templos, podría servir, al menos, para oficializar un deterioro del que, manga por hombro, ni siquiera se salva la catedral de Santiago. Si hay que robar o llevar a cabo un destrozo, que sea con unas mínimas garantías institucionales y de la mano de gente del ramo, experimentada y de la más absoluta desconfianza. Hay banquillo, y reclinatorio.

    Cuando la declaración ante el juez Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista acusado de sustraer en 2011 el "Códice Calixtino" del templo jacobeo –un hombre de doble misa diaria y que presuntamente aprovechaba sus rezos para limpiar el cepillo catedralicio, que dejaba como una patena y del que sacó casi dos millones de euros– la Justicia comenzará a recomponer una historia en la que se mezclan la ambición y la venganza, vicios mundanos que contrastan con los elevados menesteres a los que dedicaban su tiempo los desahogados responsables del templo. Llano y pegadizo, el Papa Francisco dijo el año pasado, y en referencia a los curas, que quería pastores «con olor a oveja». Se le olvidó al Obispo de Roma el tema del perro, elemento imprescindible en cualquier rebaño y pieza obligada para poner orden en una Iglesia cuyos lobos solitarios, además de inspirados, parecen estar benditos. MIGUEL MUÑIZ

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