Las mejores tascas para tomar el vermú
Este aperitivo tan madrileño se puede disfrutar en antiguas tabernas y bodegas repartidas por toda la ciudad
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12345Bodegas Casas: El sabor de lo auténtico
Los grifos y los vasos, tan auténticos como el propio vermú - ABC De toda la vida, Bodegas Casas es uno de los templos del vermú. A diario, el local está animado pero es que los domingos y fiestas de guardar hay que esperar en la calle a que salga alguien. Hay dos locales, muy cerca uno de otro, hacia el número 23 de la avenida de la Ciudad de Barcelona, en el barrio de Pacífico (distrito de Retiro). Sirven vermú Iris de grifo, tirado con maestría por sus camareros. Y de aperitivo, aceituna con anchoa. La grifería hace honor al sabor de lo auténtico. Igual que los vasos: cortos y con sus curvas. Un lugar que no hay que perderse.
La Mina, una taberna legendaria
Imagen de este local que presume de buen vermú - ABC Está en el corazón de Chamberí, justo en el número 8 de la calle General Álvarez de Castro. La Mina, esta legendaria taberna madrileña, fundada en 1949, es parada inexcusable para el aperitivo más típico de Madrid a pesar de que se lo hayan querido apropiar franceses y alemanes. Su vermú atrae tanto a los que peinan canas como a los más jóvenes del barrio.
Casa Camacho:«Yayos» para perder el sentido
Camacho, una bodega en pleno Malasaña - abc «Bocadillos y pinchos en una taberna de barrio conocida por sus "yayos", un cóctel con ginebra y vermú que resucita a un muerto». Es el lema de Casa Camacho, un mítico local de la calle San Andrés, número 4, en pleno Malasaña. Abierto en 1929 como almacén de aguardiente, hoy es punto de reunión a la hora del aperitivo. Da gusto paladear un buen vermú entre azulejos antiguos y botellas polvorientas.
Bodegas Ricla, un imán para «guiris»
De su vermú ya presumen en el cristal de la entrada - ABC Otro lugar de culto para saborear un buen vermú son las Bodegas Ricla. Su ubicación, en Cuchilleros número 6, no pasa desapercibido para propios y extraños. Los «guiris» no salen sin una ración de fotos. Abierta en 1867 es, posiblemente, una de las tabernas más antiguas de la Villa y Corte.
Bodegas Rosell: En vaso de caña y con guinda
abc Aquí, en Bodegas Rosell (calle General Lacy, 14), el vermú es Miró y se sirve en vaso de caña con una guida. «Exquisito», reza en los azulejos de la entrada a una tasca que suele estar de bote en bote porque atrae a parroquianos de todas las edades en edad de poder consumir alcohol, claro. Mucho ambiente familiar los fines de semana y festivos porque, además, tienen una carta de tapas de excelente calidad.
